bILBAO. Aunque prefiera no caer en los triunfalismos para no desmovilizar a sus votantes, Iñigo Urkullu es consciente de que es el candidato con mayores opciones de acceder al Gobierno Vasco. Desde esa premisa se comprendería su apelación al realismo o su advertencia de que 2013 será un año duro: no se entendería que el jeltzale rehuyera la realidad o presentara propuestas poco factibles en campaña para tener que rectificar días después y tras su eventual investidura. En este sentido, el candidato recordó ayer el nivel de endeudamiento y déficit del Gobierno de López, y aludió a la caída de la recaudación para dejar claro que, "gobierne quien gobierne, se va a tener que enfrentar a un escenario de reducción de la capacidad de gasto". Sin embargo, concretó que su partido aplicaría los recortes en el gasto superfluo, y no en sanidad, educación, servicios sociales y pensiones.
El jeltzale se expresó en esa clave en un acto electoral celebrado en Donostia en compañía del presidente del GBB, Joseba Egibar, y del portavoz de su partido en el Ayuntamiento, Eneko Goia. Urkullu recordó que el lehendakari López tendría que haber convocado el Consejo Vasco de Finanzas antes del día 15 para poner sobre la mesa las previsiones económicas y permitir que tanto su gobierno como las diputaciones y los ayuntamientos pudieran elaborar sus presupuestos. Aunque el socialismo justificó su decisión en la necesidad de desvincular ese encuentro del debate electoral, Urkullu cree que no habría buscado sino evitar hacer frente "a la cruda realidad" y a la necesidad de reducir gastos.
El candidato fue claro. "Podemos mirar a otro lado. Podemos seguir actuando como si no pasase nada. Podemos seguir gastando el dinero que no vamos a tener. No es responsable. Gobierne quien gobierne, se va a tener que enfrentar a un escenario de reducción de la capacidad de gasto", sentenció, para avisar a renglón seguido de que la economía está en recesión, la recaudación se mantiene a la baja, y el próximo Ejecutivo tendrá que asumir la carga financiera por la deuda comprometida por el gabinete socialista.
El PNV, en concreto, se propone concentrar los ajustes en la contención del gasto corriente de la Administración, adelgazando su estructura interna, reduciendo el número de asesores y de coches oficiales, mejorando la coordinación entre instituciones para evitar duplicidades, y eliminando "gastos superfluos", según desgranó ayer el aspirante del partido de Sabin Etxea. Además, se reafirmó en su apuesta por contratar una auditoría externa para conocer el punto de partida que permita hacer una planificación ajustada a la situación económica real. "Solo miraremos hacia atrás un día", dijo.
Por el contrario, donde no meterá la tijera el PNV será en las políticas sociales. Lo aseguró Urkullu en Donostia, y lo dejó ver el presidente del BBB Andoni Ortuzar en Bizkaia, donde participó en sendos actos a favor de la solidaridad con los mayores, y en contra de la pobreza y la exclusión social. En el primero de los actos, celebrado en Mungia, recordó que el programa de los jeltzales postula un fondo de 50 millones para garantizar la revalorización automática de las pensiones de las viudas y los mayores con las pagas más bajas, y pidió el traspaso de la Seguridad Social a Euskadi. En el segundo, celebrado en la oficina de Ekain, se comprometió a mantener un contacto permanente con las asociaciones en lucha contra la pobreza.
Urkullu, además, volvió a apostar por combinar el rigor presupuestario con las medidas de crecimiento. Así, y tras poner el foco en el empleo, apostó por la reactivación económica y por una reforma fiscal que apunte en esa dirección. "El problema real es que en Euskadi ha crecido el paro. Tenemos 7.000 cotizantes menos. La mejor política fiscal es superar la recesión, volver a crecer y crear empleo", resumió.
"Podemos mirar a otro lado. Gastar el dinero que no vamos a tener. No es responsable"
Iñigo Urkullu
Candidato del PNV a lehendakari
Iñigo Urkullu, flanqueado por Eneko Goia y Joseba Egibar, durante el acto electoral de ayer en Donostia. Foto: javi colmenero
Ortuzar se centra e la crisis y el empleo
El presidente de la Ejecutiva vizcaina del PNV Andoni Ortuzar fijó la reactivación de la economía y la creación de empleo como la principal tarea de su partido para la próxima legislatura. En un acto celebrado ayer en Basauri, el burukide jeltzale recordó que precisamente en esta localidad hace casi cuatro años Patxi López dijo en público que no pactaría con el PP por ser antinacionalista y antisocialista, promesa que quedó en agua de borrajas al cerrar días después con los 'populares' el Acuerdo de Bases. Ortuzar criticó la gestión de López al señalar que "su desgobierno hace que hoy solo hablemos de EREs, desempleo, desahucios, incertidumbre, recesión y crisis". En este punto ironizó sobre los problemas reales de la gente a los que López se refería antaño. "Son los problemas que López-Basagoiti han olvidado. Son los problemas de Euskadi", apostilló. También criticó a EH Bildu y a su modelo "revolucionario" para Euskadi al estilo de Venezuela o Cuba. "Han llegado a la Diputación de Gipuzkoa y ¿qué han hecho? ¿Han cambiado algo? No. Ahí tenéis las poltronas de Bildu, las alfombras de Bildu, los coches oficiales y los asesores de Bildu", remachó.