Bilbao. El proceso judicial para esclarecer la muerte de Iñigo Cabacas tras recibir el impacto de una pelota de goma disparada por la Er-tzaintza acumula tres meses en el dique seco. Tras el parón que sufrió a principios del verano, y pese a lo que esperaban muchas de las partes implicadas -especialmente la familia del joven bilbaíno-, la llegada de septiembre no ha supuesto, finalmente, una reactivación del caso. Y según diversas fuentes consultadas por este periódico, no hay ni una pista que indique que pueda reactivarse a corto plazo.

El 10 de julio se celebró la última vista en el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) con la presencia a su vez de los últimos testigos que habían sido llamados a declarar, un proceso que arrancó el 7 de junio con la declaración de los forenses, que confirmaron que la causa de la muerte de Cabacas fue el impacto de una pelota de goma en la cabeza. La siguiente fase, consistente en la declaración de los agentes de la Ertzaintza que participaron en el operativo del 5 de abril en el que el joven resultó gravemente herido -se estima que fueron en torno a medio centenar-, quedó pospuesto por ser agosto un mes inhábil en el ámbito judicial.

Las previsiones eran que la jueza pusiera fecha a la presencia de los ertzainas a partir de septiembre. También para practicar las múltiples pruebas periciales solicitadas por los representantes legales de la familia Cabacas, que se ha personado como acusación particular. Sin embargo, la magistrada aún no ha señalado ninguna de dichas pruebas. Uno de los motivos es, de nuevo, de carácter administrativo. Y es que, según fuentes de los abogados de los Cabacas, el regreso de vacaciones de la jueza el 1 de septiembre coincidió con la marcha, por el mismo motivo, de la funcionaria encargada del expediente del caso. La misma no regresó hasta el 20 de septiembre.

El resultado de ello es que "las peticiones de pruebas, que nosotros sepamos, están sin tramitar", aseguró a este periódico la abogada de la familia Jone Goirizelaia. Este retraso añadido no solo ha pillado a contrapié a los allegados del joven fallecido. Según ha podido saber DNA, los propios agentes de Seguridad Ciudadana desplegados en la noche del 5 de abril, tras el partido que disputaron en San Mamés el Athletic y el Schalke 04, esperaban haber sido llamados a declarar en torno al día 20 del mes pasado. Aún siguen esperando la citación.

Sin embargo, hay quien opina que esta impaciencia que flota en el ambiente obedece tan solo a una cuestión de percepción. Goirizelaia afirmó que este retraso es habitual en el ámbito judicial y que no resulta, por tanto, extraño para los profesionales del ramo. Incluso afirmó que "lo raro es que todo se haya desarrollado tan rápido hasta ahora". Agregó que "no debería ser así, habría que cambiar las cosas, pero tal y como funcionan los tribunales es lo que hay".