madrid. Miles de personas se concentraron ayer por la tarde en Madrid para participar en la tercera protesta que se celebra esta semana rodeando el Congreso de los Diputados. La manifestación, que fueron controlada por un amplio dispositivo policial y en la que no hubo que lamentar graves incidentes como los acaecidos en las dos últimas convocatorias, volvieron a solicitar la dimisión del Gobierno de Mariano Rajoy por los ajustes ejecutados.

Convocadas por la Coordinadora 25-S, y bajo los gritos de "Gobierno dimisión", "Menos Policía y más Educación" o "No es una crisis, es una estafa" y una multitud de pancartas, los manifestantes solicitaron la dimisión del Gobierno español y el inicio de un nuevo proceso constituyente. Pese a que no contaban con la autorización de la Delegación del Gobierno en Madrid, que advirtió de que se trataba de una concentración "absolutamente ilegal" al no haber pedido permiso, los organizadores decidieron seguir adelante con una protesta que sacó a miles de personas a las calles de la capital del Estado.

Pero en esta ocasión las protestas de la Coordinadora 25-S tuvieron eco en un buen número de ciudades del Estado -como fue el caso de Bilbao-, al igual que en otras ciudades europeas como Londres, Amsterdam, Bruselas o Berlín.