Bilbao. Iñigo Urkullu y Artur Mas cumplieron ayer el compromiso que tenían pendiente desde julio de mantener un encuentro que, dos meses después, no pudo sustraerse de los múltiples acontecimientos que han tenido lugar desde entonces. De este modo, los dos líderes políticos compartieron la delicada situación política y económica que atraviesa el Estado y acordaron reivindicar de forma conjunta su carácter plurinacional. Eso sí, teniendo en cuenta las diferentes realidades que asisten a Euskadi y Catalunya, ya que en el primer caso "la cuestión económica está resuelta desde hace 30 años con el Concierto Económico", aseguraron fuentes del PNV.

Una delegación del partido jeltzale formada por el presidente del EBB y candidato a lehendakari, Iñigo Urkullu, la secretaria del EBB, Pilar García de Salazar, y el responsable de Organización del PNV, Joseba Aurrekoetxea, compartió mesa en el Palau de la Generalitat con el president Artur Mas, el portavoz de CiU en el Parlament y secretario general de CDC Oriol Pujol y el conseller de Agricultura y número dos de UDC Josep Maria Pelegrí. El encuentro, que se desarrolló por espacio de tres horas y que consistió en una comida, tuvo dos argumentos principales, uno de cariz político y otro económico.

Una defensa conjunta En primer lugar, asumieron la "delicada situación política" que atraviesa el Estado español por "la falta de respeto a las realidades plurinacionales". Urkullu y Mas acordaron, por ello, llevar a cabo una "defensa conjunta para lograr el reconocimiento de Euskadi y Catalunya como naciones". Se trata, según las mismas fuentes, de realizar un "posicionamiento común para defender la verdadera plurinacionalidad del Estado". Eso sí, siempre desde la base, aceptada ayer por las dos delegaciones, de los distintos contextos de los que parten ambas realidades nacionales y que afectan a vascos y catalanes. Y es que, si en Catalunya existe un problema nacional y económico, en Euskadi esta última cuestión "está resuelta desde hace 30 años gracias al Concierto Económico". No en vano, la principal reivindicación de Artur Mas, el pacto fiscal con el Estado -que ha propiciado el adelanto electoral en Catalunya tras el portazo de Mariano Rajoy a este acuerdo- trataba de emular en cierto modo la especial situación en materia económica de la que disfruta el País Vasco.

El segundo hilo conductor del almuerzo que compartieron ayer los representantes del PNV y CiU se centró en la crisis económica. Urkullu y Mas analizaron los "intereses económicos comunes" entre sus respectivas comunidades en el aspecto tanto financiero como de las empresas con amplia implantación en Euskadi y Catalunya, como Repsol y Enagás.

Este encuentro, previsto inicialmente en julio, se suspendió en aquel momento por motivos personales alegados por parte de los jeltzales. Su celebración ayer, un día después del final del debate de política general en el Parlament en el que se aprobó la convocatoria de una consulta sobre la autodeterminación en la próxima legislatura, pretendía desligar esta cita de los procesos electorales que se van a vivir en las próximas semanas en el País Vasco y Catalunya.

Pese a que estaba prevista con antelación, la importancia del momento actual, con los dos adelantos electorales y la aprobación de la consulta en Catalunya han otorgado más importancia si cabe al encuentro.