Madrid. Mientras que los musulmanes españoles anuncian medidas legales contra la revista El Jueves, el Ministerio de Exteriores ha instado a sus embajadas a que mantengan las medidas de seguridad que reforzaron la semana pasada, ante la posibilidad de que se registren protestas, al tiempo que ha pedido a los ciudadanos que viajen a los países musulmanes, especialmente a Egipto, que extremen las precauciones. Tras la publicación del último número de El Jueves, que lleva en su portada la controversia por la película estadounidense que desató la ira en el mundo islámico y por las caricaturas de Mahoma publicadas después por la revista francesa Charlie Hebdo, el Gobierno español emitió una circular a todas sus embajadas en los países musulmanes y actualizó las recomendaciones de viaje que difunde a través de su página web, en la que advierte: "Las recientes publicaciones de viñetas y la difusión de una polémica película obliga a extremar la precaución e incrementa el riesgo de desplazamiento a Egipto en los próximos días".
Exteriores sugiere mantenerse alejado de la zona septentrional de la península del Sinaí y de las manifestaciones que puedan ser convocadas y, en todo caso, seguir las indicaciones que impartan las autoridades egipcias. Aconseja, además, extremar las precauciones en las inmediaciones de comisarías de policías, edificios gubernamentales, sedes de partidos políticos, así como en aquellos lugares en los que se celebren mítines y reuniones de tipo político.
Ya el miércoles, después de que viera la luz la portada -en la que aparecen varios hombres con barba y lo que parece un atuendo musulmán con la pregunta "Pero... ¿alguien sabe cómo es Mahoma?"-, la legación diplomática en El Cairo envió un correo electrólico a la colonia española en el país pidiendo extremar las precauciones y evitar las zonas en las que han registrado manifestaciones y actos de violencia como la plaza Tahrir. La legación diplomática también dio instrucciones a sus empleados para que cumplan escrupulosamente las medidas de autoprotección para evitar riesgos innecesarios.
Además, la embajada solicitó a las autoridades egipcias refuerzos para proteger sus sede y los centros españoles ubicados en el país, como los Institutos Cervantes de El Cairo y Alejandría, el Consulado General en Alejandría y el viceconsulado honorario en Luxor. Esta petición fue cumplida de inmediato y Egipto reforzó la presencia policial en torno a estos edificios oficiales. Las medidas son de tipo "preventivo", ya que la legación aún no ha sufrido ninguna agresión ni ha recibido amenazas específicas, según fuentes diplomáticas.
Pero lo cierto es que la publicación de El Jueves llega en un momento de tensión potencial en los países de mayoría musulmana iniciado con la difusión en internet de un vídeo que satiriza la figura de Mahoma y que muchos musulmanes han considerado ofensivo y blasfemo. Así, el pasado 11 de septiembre, miles de personas se manifestaron en diversos países musulmanes para protestar contra el citado vídeo. Las movilizaciones se tornaron violentas en Egipto, Túnez, Sudán y Libia, y costaron la vida a más de una decena de personas, entre ellas el embajador de Estados Unidos en este último país, Chris Stevens. Desde Madrid, la directora de El Jueves, Mayte Quílez, señaló ayer que lo último que desea es que pase algo, "porque la portada realmente no representa a Mahoma". Un día antes, Quilez defendió la decisión de publicar esa portada indicando que "es noticia" y manifestó no tener miedo a reacciones contra la revista.
Medidas legales Sin embargo, la Unión de Comunidades Islámicas del Estado español denunció ayer que tomará "adecuadas" medidas legales contra el semanario. En un comunicado, indica que se han visto sorprendidos por el tratamiento "incorrecto" realizado por la revista y la difusión de "ofensas gratuitas" tanto en la portada como en el interior del último número de El Jueves. Pero, al tiempo que condena lo que consideran "ofensas", la comisión llama a la comunidad islámica a "no caer en la trampa de la provocación".
"Debemos recordar que los sentimientos religiosos en nuestro país gozan de protección penal, a la par que se garantiza la libertad de expresión con el límite constitucional del respeto a los demás derechos y libertades", indica el comunicado divulgado ayer por la comunidad, que recalca el carácter "moderado" de la comunidad musulmana española. "Realizamos nuestras actividades cotidianas, tanto españoles como inmigrantes, con absoluta normalidad sin diferencia alguna del resto de la ciudadanía española de la que formamos parte".
Por último, la comunidad trasmite un mensaje de respeto a los creyentes de toda confesión y "de rechazo a las ofensas públicas contra los sentimientos religiosos de todos nuestros conveciones, para una convivencia civilizada y hermanada entre todos".