madrid. El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, advirtió ayer de la "fractura social" que hay en España y culpó al jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, de "abonar" el "divorcio" entre política y opinión pública con decisiones como la de no debatir el rescate financiero en el Congreso.
"Le dije a Rajoy (hace unos días) que España se le está yendo de las manos, pero un día como hoy pienso esto pero más. Cada día se le está yendo más de las manos", dijo Rubalcaba. Por eso, el líder socialista invitó al presidente del Gobierno a darse cuenta de que debe cambiar "el fondo" de sus políticas, sobre todo las sociales, pero también "la forma" de hacer política.
Un día después de la protesta que pretendía rodear el Congreso, Rubalcaba advirtió de que los políticos cometerían un error si se limitaran hoy a analizar "los problemas de orden público" en esa manifestación, porque sería un enfoque parcial.
Después, a preguntas de los periodistas sobre la actuación policial del martes, apeló a la prudencia como exministro del Interior, como le hubiera gustado a él que "hiciesen otros" cuando él estaba en el cargo.
No obstante, y tras reconocer la "dificilísima" tarea de la policía en casos como éstos, Rubalcaba señaló que un responsable del Ministerio del Interior "siempre tiene que pedir a la policía que evite determinadas cosas" y que "busque fórmulas" para evitarlas. Unas palabras que, recordó, ya dijo cuando estaba en el cargo y vivió situaciones similares.
"fondo de rechazo" Rubalcaba insistió en cualquier caso en que el principal problema es que hay un "fondo de rechazo" a los políticos y a la acción política que se refleja en protestas como la de ayer. "Negarnos a ver eso es un error", añadió el líder del PSOE, para quien esta situación viene dada por la crisis y la respuesta que se le está dando, pero "también con las actitudes de los políticos y los gobiernos".
Y al respecto, denunció que el Gobierno de Mariano Rajoy haya "huido" del Congreso y "está acabando con el debate político" en esta Cámara. Le ha vuelto a recordar en este sentido que la mayoría absoluta del PP no debería significar que se rechacen todas las votaciones de las iniciativas de la oposición, y que debería "esforzarse" por encontrar acuerdos ante grandes problemas.
Eso ayudaría, insistió, a corregir la desafección de los ciudadanos con la política.