Vitoria. Un grupo de desconocidos quemó ayer un cajero en la localidad guipuzcoana de Mondragón en lo que la Ertzaintza sospecha que se trata de un ataque de kale borroka que se sumaría así al sabotaje que horas antes sufrió una torre de telefonía móvil ubicada en Lezama, bajo la que se encontraron pasquines que advertían: "la lucha es el único camino".
A estos dos recientes ataques se suma la aparición ayer de varias pintadas en la sede que el PSE tiene en Hernani en las que se podía leer "hiltzaile" (asesino), "Gora ETA" y "faxistak!" (fascistas).
El propio partido fue quien denunció los hechos, antes de mirar de nuevo a la izquierda abertzale para exigirle un "pronunciamiento nítido" frente a "la amenaza para crear miedo e inhibir la participación ciudadana en las próximas elecciones", que a su juicio traslada lo que tildó de "rebrote" de la violencia callejera, al tiempo que reclamaba a la sociedad que no permanezca "ajena" a estos ataques.