Vitoria. En medio de su homilía dominical, el obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, se zambulló ayer en "la polémica suscitada" por la situación de los presos del MLNV gravemente enfermos para arremeter contra quienes defienden su excarcelación sin condenar antes a ETA. Los que han utilizado este "principio humanitario" como "instrumento de reivindicación política sin condenar los atentados" que se han cometido "humillan a las víctimas, dificultan la aplicación de estas medidas" e "instrumentalizan el sufrimiento y los propios principios humanitarios para evadirse de la autocrítica, que sigue pendiente", dijo, antes de añadir por otra parte que "es bueno" que haya un "legítimo margen prudencial con el que los presos que son enfermos terminales puedan ser puestos en libertad para morir rodeados de sus familiares", y cuestionarse si son "conformes con el sentir cristiano" expresiones como "que se mueran en la cárcel", similares a las apuntadas por algunos dirigentes del PP.
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