vitoria. Recibió la noticia del adelanto electoral unas horas antes de que el lehendakari lo hiciera público. El secretario general del Grupo Parlamentario del PSE, ahora integrado en la Diputación Permanente, de la Cámara vasca, hace un balance satisfactorio del primer gobierno socialista en Euskadi, de "deber cumplido", aunque hayan quedado tareas pendientes de calado como la reforma fiscal o la revisión de la arquitectura institucional. Sin querer desvelar estrategias de pactos postelectorales, confía en que el PSE remonte una mala trayectoria en los anteriores comicios y defiende para ello la gestión de Patxi López. Es más, subraya que es el único de los cuatro principales candidatos a Ajuria Enea que tiene experiencia en cargo público ejecutivo. Curiosamente, hace cuatro años el PNV le reprochaba a López precisamente su falta de experiencia en la gestión pública.

Final adelantado de la legislatura, ¿sensación de fracaso en el Grupo Parlamentario?

Todo lo contrario, del deber cumplido. Teníamos tres grandes objetivos y creo que los hemos cumplido satisfactoriamente: luchar contra la crisis económica manteniendo el Estado de Bienestar en Euskadi; ayudar a tranquilizar la vida política en Euskadi, acabar con la crispación; y, en tercer lugar, acabar con el terrorismo.

¿Esperaban quizá que los comicios se celebraran algo más tarde? Lo digo porque había más de una docena de proyectos de ley en trámites avanzados en el Parlamento, entre ellos alguno tan importante como la Ley Municipal, que quizá podrían haber sido aprobados. De hecho, la última polémica parlamentaria fue a cuenta de habilitar julio para alguno de esos trabajos.

Las leyes ahí quedan, otra cosa es que no hubieran salido del Gobierno. La Ley Municipal, el proyecto, queda en el Parlamento. Evidentemente, ha decaído, pero la conocemos todos y la próxima legislatura se puede rescatar, como otras 13 o 14 que quedaban pendientes. No es un trabajo que no sirva para nada. El escenario también era complicado, por ejemplo para sacar la Ley Municipal, porque la derecha nacional y la derecha abertzale la boicoteraron, desde las diputaciones primero y luego retrasando los trámites parlamentarios.

Uno de esos trabajos pendientes es el de la Comisión de Duplicidades. ¿Tiene intención el PSE de retomar esos trabajos?

Ha habido debates históricos en esta legislatura. El de la convivencia ha sido uno, pero ha habido otros dos abiertos con el impulso del lehendakari y del PSE: el de la fiscalidad y el del modelo de país. Y es verdad que no ha habido resultados concretos en ninguno de los dos. En la fiscalidad, después de celebrar por primera vez en la historia un Pleno monográfico, la derecha y la derecha abertzale se pusieron de acuerdo en boicotear todas las iniciativas que planteaba la izquierda parlamentaria. En el tema de las duplicidades, se ha hecho un trabajo importantísimo y casi ha quedado visto para sentencia un dictamen de lo que podría haber aportado esa comisión. Es uno de los compromisos del PSE para el futuro.

El lehendakari insiste en que en su decisión de adelantar las elecciones no tiene que ver la aparente dificultad que iba a tener para aprobar los Presupuestos de 2013. ¿Habían mantenido contactos al respecto con la oposición? ¿Qué perspectivas había?

Agua pasada no mueve molino. El PP había apoyado los tres Presupuestos anteriores y decidió romper unilateralmente el acuerdo que tenía con nosotros, así que no sé qué posición habrían adoptado. La que sí es nítida es la apuesta del PNV en esta legislatura, intentar torpedear la acción del Gobierno Vasco. Ha presentado cerca de 8.000 iniciativas y todas ellas de control, preguntas... sólo una proposición de ley. PNV y PP, cuando están en la oposición, están todo el día hablando de la patria y todo el día poniendo palos en la rueda del desarrollo de la patria.

Los últimos datos de recaudación ha sido malos y las previsiones no son mejores para el futuro próximo, por lo que es previsible que los Presupuestos de 2013 tengan que ser más restrictivos. Insisto, ¿se veían presentando unas Cuentas esgrimiendo tijera, después de criticar a Rajoy por ello?

Uno de los compromisos de futuro del PSE y de Patxi López es defender el autogobierno y luchar contra la crisis económica manteniendo el Estado de Bienestar. Para eso hace falta una reforma fiscal, la plantearemos. Otros sabrán si quieren o no apoyarla. Se ha criticado mucho el endeudamiento del Gobierno Vasco, pero cuando se han producido los debates sobre el endeudamiento ningún partido, ni por supuesto el PNV, lo ha criticado. Y no lo han hecho porque si dices que no hay que endeudarse hay que decir de dónde recortar.

¿Pero qué margen hay para pactar una nueva fiscalidad si abrieron este debate en un acuerdo firmado con el PNV a final de 2009 y aquí seguimos?

Habría que preguntarles a ellos. Hemos hecho tres propuestas en el Órgano de Coordinación Tributaria a lo largo de la legislatura, donde al principio había tres diputaciones del PNV y ahora hay una del PNV, una del PP y otra de Bildu. En el Parlamento, hemos impulsado más de una decena de iniciativas en esa materia y un Pleno monográfico con 40 propuestas de resolución que vetaron las derechas, la nacional y la abertzale. Voluntad por parte del PSE hay toda, pero esa pregunta tendrían que responderla otros. El PNV se ha negado sistemáticamente, en mi opinión por intereses cortoplacistas y por una obsesión por intentar torpedear la acción de gobierno de Patxi López.

Bueno, el PNV dice que ustedes no han presentado las iniciativas en las instituciones competentes, en las Juntas Generales.

Aquí todo es gratis. El PNV dijo que estábamos en quiebra, que no íbamos a pagar la nómina de marzo. Y encima estamos aplazando aportaciones que deben las diputaciones al Gobierno Vasco porque nuestras cuentas son solventes. Profecías apocalípticas se han hecho unas cuantas, lo que pasa que han sido muy malos como profetas. Todo vale para el PNV. Dicen que no hemos presentado iniciativas en las Juntas Generales. Eso es falso, tan falso como que en las Juntas Generales de Gipuzkoa hemos acordado entre PSE y Bildu una reforma en materia fiscal.

Que el consejero de Economía defienda la solvencia del Gobierno Vasco desempolvando la herencia recibida del Gobierno Ibarretxe ¿no suena un poco a excusa?

Como dijo el consejero, le han obligado a hacerlo. A fuerza de repetir una mentira tratan de convertirla en verdad. Ante tantas mentiras, el Gobierno tuvo que salir a responder. Con datos. Los Presupuestos del 2005 al 2009 crecieron un 40% y el PIB estaba creciendo al 12,7%. Eso era insostenible, había un gasto desbocado y unos Presupuestos irreales. No se trata de la herencia recibida, son los datos.

Cuando el PP decidió en mayo romper el Acuerdo de Bases ¿fue la puntilla para este Gobierno?

No. El PP prefirió ser más solidario con el Gobierno de Rajoy que con los ciudadanos vascos. El Gobierno Vasco llevaba defendiendo esa política toda la legislatura. Estábamos haciendo política progresista en los Presupuestos, que es donde se hace política, con el apoyo del PP. El PP rompe para defender al Gobierno de Rajoy, no porque estuviéramos haciendo algo diferente. ¿Ha supuesto un hito en la legislatura la ruptura del acuerdo? Sí, efectivamente, pero no es lo que da la puntilla al Gobierno. El Gobierno tenía fuerza y el lehendakari consideró que era el momento de convocar a las urnas por las razones que explicó.

Lo pregunto de otro modo ¿al Gobierno del PSE le vino bien que el PP rompiera para distanciarse frente al electorado de izquierdas?

A los ciudadanos les viene muy mal, muy mal, que el PP gobierne en España. No es que nos venga bien o mal a nosotros, tampoco el PSOE está remontando posiciones a nivel de Estado.

Echando la vista atrás, ¿se arrepiente el PSE del acuerdo con el PP?

No. No. Básicamente por una cosa: nosotros pensábamos que era necesario un lehendakari socialista para tranquilizar la vida política y social en Euskadi y para acabar con el terrorismo. Y creíamos que era necesario un cambio de gobierno para lograr esos objetivos, y se han cumplido. Eguiguren en la última Ejecutiva nos decía, creo que citando a Kennedy, que son muy pocas las generaciones que tienen la oportunidad de luchar por la libertad de su país y muchas menos las personas que tienen el honor de conseguirlo. Nosotros hemos tenido la oportunidad y encima el honor. ¿Que no nos hemos parado mucho a explicarlo? Cierto, pero el gobierno del cambio tenía esos dos grandes objetivos, además de luchar contra la crisis, y se han cumplido. No digo que Patxi López haya traído la paz, pero su Gobierno ha contribuido de forma indispensable.

Vamos al 22 de octubre. Las encuestas predicen la necesidad de pactos para gobernar. ¿Están dispuestos a reeditar el suyo con el PP? El PP no cierra la puerta.

El PSE sale a ganar las elecciones. Tenemos gestión que defender, el gobierno de los grillos dicen algunos que ha sido: crisis, criminales y crispación. Son las tres cosas que hemos combatido. Pero hay proyecto de futuro también: queremos construir la convivencia con todos, construir un nuevo modelo de país y defender el Estado de Bienestar con políticas de progreso y de izquierdas. Salimos a por todas y no podemos estar pensando qué haremos el día después.

De acuerdo, entonces hablemos de expectativas. El ciclo electoral del PSE ha sido descendente en municipales y generales. Ahora entra además en juego EH Bildu.

Yo pienso que las cosas están en una especie de pelea a tres entre PNV, PSE y EH Bildu. Se puede constituir un Parlamento a cuatro: dos de izquierdas, dos de derechas, dos nacionalistas, dos que no lo somos... Pero la pelea está entre esos tres y diría que entre PNV y PSE. Estamos mejor que hace seis meses y peor que dentro de dos. Aspiramos a repetir lehendakari y a dar la pelea por ganar.

Si el lehendakari no repite, ¿le ve en el Parlamento Vasco?

Yo le veo con muchas ganas de seguir al frente del Gobierno Vasco y con proyecto para hacerlo. Y tiene una cosa que no tiene ningún otro candidato: es el único que ha gestionado el dinero público. En unos momentos con una crisis económica tan fuerte, que hace falta saber hacer, no apoyaría poner al frente de la Lehendakaritza a una persona que solo ha gestionado los intereses de su casa. Y eso es una ventaja del lehendakari respecto al resto de candidatos, particularmente con el candidato del primer partido de la oposición.

Hablando de gestionar intereses del partido, eso se le ha reprochado a Rodolfo Ares por abandonar la consejería de Interior ahora.

A Rodolfo Ares se le critica por todo, si se hubiera quedado también le habrían criticado. No se me ocurre un gesto de mejor voluntad ni una decisión más éticamente irreprochable que ésa.