madrid. El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha destinado hasta el momento 100 millones de euros a los países de la llamada primavera árabe con el fin de financiar proyectos empresariales que consoliden la transición democrática en la región, informaron fuentes de este departamento.
Exteriores ha desembolsado esta ayuda al Banco Europeo de Inversiones (BEI), la entidad encargada de canalizarla para que se destinen a los programas acordados con los países receptores, como Egipto o Túnez. Los 100 millones forman parte de la partida de 300 millones de euros que el anterior Gobierno socialista aprobó el pasado mes de octubre como contribución a la primavera árabe.
El objetivo es reactivar el tejido industrial de estos países para evitar que la falta de desarrollo económico y social frustre las esperanzas de sus ciudadanos, paralice el proceso de transición democrática y alimente las opciones políticas más radicales.
Los proyectos en los que trabaja el BEI se centran principalmente en creación de empleo, apoyo a las pymes, agua, saneamiento, salud, energía y medioambiente. El actual Gobierno considera también una prioridad atender a los países de la cuenca sur del Mediterráneo, al subrayar que su desarrollo favorece la estabilidad de la región. El titular de Exteriores, José Manuel García-Margallo, se mostró partidario de que la UE se involucre más.