madrid. El PSOE no ve factible por el momento un adelanto electoral, aunque "la política va muy rápido" y por esta razón su secretario de Organización federal, Óscar López, está seguro de que "si hay un cambio de gobierno" su partido "revertirá gran parte de los retrocesos históricos impuestos por el PP". "Son retrocesos que no se habían producido nunca, son recortes brutales que van a velocidad de vértigo vía decreto", lamentaba el mandatario socialista en una entrevista con Efe, en la que reconoce que colocar de nuevo al PSOE como un partido de alternativa para los ciudadanos "requiere su tiempo" tras unos resultados electorales de 2011 "bastante malos".
Sin embargo, López se apoyó en los comicios de Andalucía y Asturias para recordar que "los dos los iba a perder el PSOE según las encuestas y hoy gobierna en los dos sitios. Esta ha sido la única vez que la gente ha votado tras las elecciones generales". El secretario de Organización socialista considera que los recortes aplicados por el Gobierno en los últimos meses hacen retroceder años al país porque "la reforma laboral quiebra principios instalados en este país, mientras el copago, la subida de las tasas y el recorte de las becas suponen un cambio del modelo".
El dirigente socialista considera que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha equivocado al diseñar una política laboral "con tres patas: una reforma laboral que fomenta el despido, un recorte de 1.000 millones en las políticas activas de empleo y el recorte a la protección de los parados". Estas decisiones, en opinión de López, evidencian que Rajoy "no tenía un plan para sacar a España de la crisis, sino que sólo tenía un plan para llegar a la Moncloa a lomos de la crisis y ahora da la sensación de no saber muy bien qué hacer, porque ya van cuatro oleadas de recortes, la última de ellas devastadora para el Estado del Bienestar".
El dirigente socialista está seguro de que el desempleo "sólo tiene una solución que pasa por la recuperación económica" y ésta a su vez por una necesaria vuelta a la "verdadera política" para tomar decisiones, para "controlar a los controladores". "Muchas de las decisiones en Europa son tomadas en clave de conservadores alemanes, pero también hay gente en Alemania que piensa de otra forma", sentenció López, convencido de que "no puede ser que el presidente del BCE dé instrucciones a los presidentes europeos".