Telefónica ha renovado el contrato a su delegado en Estados Unidos, Iñaki Urdangarin, hasta el 31 de julio de 2013 -según publicó El Mundo- pese a los delitos que se le imputan: prevaricación, malversación, falsedad, fraude y blanqueo de capitales, delitos por los que le pueden caer hasta 18 años de cárcel. Eso sí, si se le sienta en el banquillo, se le despedirá o se le suspenderá de empleo y sueldo. Aunque en las últimas semanas la balanza se inclinaba del lado de la ruptura, al final han triunfado las tesis internas más garantistas, que argumentaban que rescindir suponía "condenarle de antemano". Parte del Consejo pidió su cabeza por "la pérdida de clientes" que está provocando el escándalo. El vínculo que une a las dos partes desde el año 2009 vencía el martes 31. Urdangarin continuará percibiendo 1,5 millones anuales, más otros 1,2 de retribución en especie.