granada. La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, afirmó ayer que las últimas medidas del Gobierno son "duras" pero "inevitables" para poner fin al "endeudamiento sin control" de los socialistas y han sido elaboradas con "sensibilidad" por un Gobierno que actuará con "comprensión y humildad".
Durante su intervención en el XIII Congreso Regional del PP andaluz, en el que Javier Arenas fue relevado por Juan Ignacio Zoido al frente del partido y que fue clausurado ayer, un día antes de lo previsto, por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al considerar que "no es momento de fiestas y celebraciones", Báñez aseguró que la última reforma del Ejecutivo no será "inútil" porque este "ambicioso" esfuerzo reformista pone el acento en "la raíz de los problemas". "Habrá algunos que se resistan al cambio, pero la mayoría silenciosa de buenos españoles afrontarán los esfuerzos con aplomo y serenidad", manifestó la ministra, que se mostró convencida de que el país saldrá de la situación con "perseverancia y esfuerzo".
Báñez admitió que las reformas son "duras y difíciles", pero aseguró que el Gobierno ha intentado hacerlas "con determinación para salir cuanto antes de la crisis", pero también con "sensibilidad". Apeló a la "dignidad y entereza" de los españoles y dijo que es también momento para la "comprensión y la humildad" debido a la gente que se va a ver afectada por las medidas.