Damasco. El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, y el presidente sirio, Bachar al Asad, acordaron ayer un "enfoque" para abordar la crisis en Siria, en un nuevo esfuerzo diplomático para acabar con el derramamiento de sangre. En su tercera visita a Damasco como mediador, Annan calificó de "muy franca y constructiva" su reunión con Al Asad, en la que analizaron la necesidad de poner fin a la violencia y las formas de hacerlo. "Acordamos un enfoque que compartiré con la oposición armada", dijo a los periodistas Annan, que no dio más explicaciones sobre ese punto en común.
El emisario internacional también destacó que el presidente sirio le aseguró que su gobierno sigue comprometido con el plan de paz de seis puntos que ya había aceptado en marzo pasado. Esa iniciativa, lanzada por Annan, estipula un alto el fuego, en vigor desde el pasado 12 de abril aunque ha sido violado por las partes, además de disponer la liberación de los presos políticos, la retirada de las tropas de las ciudades y lanzamiento de un diálogo entre el Gobierno y la oposición, entre otros puntos.
Annan subrayó que se debería avanzar en una mejor aplicación de su plan y en el diálogo político, un último aspecto que -dijo- es aceptado por Al Asad.