Militares de las Fuerzas Armadas Españolas han ascendido al Gorbea para realizar diversas maniobras.
ANTECEDENTES
Tanto la Guardia Civil como el Ejército español parecen tener una fijación especial por el monte Gorbea. El 17 de junio de 2009, apenas un mes después de que Patxi López accediera a Lehendakaritza, un centenar de militares ascendieron a la cima del Gorbea por la vertiente alavesa, y el comandante al mando del destacamento incluso metió una tarjeta en el buzón situado junto a la cruz y la virgen de Begoña.
Mientras el grueso de los militares descansaban y daban buena cuenta de las viandas que habían subido a la cima, un grupo de ellos se encaramó hasta la cruz para colocar alrededor de la base de la misma una bandera española. Según los mandos militares, la maniobra se llevó a cabo para comprobar "el buen estado físico de la tropa".
RÁPIDA RESPUESTA
Esta actuación tuvo una rápida respuesta por parte de la ciudadanía vasca y el 4 de julio de ese año, centenares de militantes y simpatizantes jeltzales secundaron la llamada realizada por el PNV y ascendieron hasta la cima del monte Gorbea, donde el presidente de la formación, Iñigo Urkullu, denunció el despliegue de los militares españoles señalando que "Euskadi no es Perejil, ni un lugar donde clavar signos de conquista". El discurso de Urkullu estuvo precedido por el despliegue de una ikurriña de seis metros de ancho por nueve de largo a los pies de la cruz del Gorbea.
GUARDIA CIVIL
Sin embargo, apenas unos días después, el domingo 12 de julio, los montañeros que estaban en la cumbre del Gorbea se llevaron una buena sorpresa al ver aparecer en la cima a un helicóptero de la Guardia Civil. Del aparato se bajaron varios agentes del Instituto Armado que procedieron a pedir la identificación a las personas que habían subido a la cima. La actuación de los agentes de la Benemérita suscitó estupor e indignación a partes iguales.