Vitoria. La izquierda abertzale volvió ayer a hacer bueno el refrán que diferencia las perspectivas a tenor de la gama cromática del cristal con el que vemos la realidad. Así, las conclusiones del debate interno que el sábado hizo públicas el colectivo de presos de ETA (EPPK) tuvieron una positiva acogida para esta corriente política en contraposición con la "decepcionante" recepción que lograron en el resto de la clase política salvo Aralar, miembro junto a la izquierda abertzale de la coalición soberanista Amaiur.
Pernando Barrena y Maribi Ugarteburu pusieron voz a la valoración en rueda de prensa celebrada en San Sebastián para destacar el "profundo calado" de la declaración en la que los presos de la banda armada rechazan, entre otros puntos, el plan de reinserción diseñado por el Gobierno de Rajoy y censuran incorporar el perdón de los exmiembros de la organización terrorista en las exigencias para poder acogerse a vías resocializadoras en libertad.
En opinión de ambos dirigentes abertzales, con su debate, el EPPK ha sabido "resituarse" tras la declaración de cese definitivo de la actividad armada de ETA y ha realizado una apuesta "seria y firme" a favor del proceso de paz cerrando "definitivamente el ciclo de confrontación armada" y "tomando conciencia de todo el dolor causado a todas las víctimas" del conflicto político. "La declaración constituye un firme punto de partida", incidieron. Además, denunciaron que los estados español y francés han "perseguido la aniquilación política y personal de los presos políticos vascos" buscando "sin cesar" la división de este colectivo, un objetivo que "no han conseguido" y que, por el contrario, deja "sin excusas" a ambas administraciones para abordar los pasos que se demandan desde ETA y la izquierda abertzale para avanzar en la nueva etapa.
"Sin variar posiciones" Preguntados por los periodistas sobre las críticas vertidas contra la declaración de EPPK por algunos partidos, Barrena indicó que ese rechazo "era perfectamente esperable", puesto que algunos agentes políticos "responden con un manual de actuación concreto, sin variar posiciones a todo lo acontecido en los últimos dos años".
Junto a este aislado respaldo, los presos de ETA también encontraron una visión positiva a las conclusiones de su debate en la dirección de Aralar, aunque al contrario de la visión de Barrena y Ugarteburu, el coordinador de este partido, Patxi Zabaleta, justificó su valoración en que el mensaje de los presos "no deja lugar a las dudas sobre el final de la lucha armada por parte de ETA".
Con una visión radicalmente opuesta, el delegado del Gobierno central en el País Vasco, Carlos Urquijo, afirmó que con la declaración del colectivo de presos de ETA, la banda "una vez más, desilusiona a los españoles". Por este motivo, apostó por "poner confianza" en lo que hagan los demócratas y el Gobierno de España "y no en lo que vaya a hacer la banda terrorista o quienes han pertenecido a ella" porque "nunca hay que esperar con ilusión una decisión de ETA".
También en la misma línea defendida hasta ahora, el lehendakari, Patxi López, transmitió a los reclusos de la banda armada que no va a haber amnistía, ni autodeterminación como reclama. "Ayer -por el sábado- nos volvieron a decepcionar; no va a haber amnistías ni va a haber precio, ni autodeterminación, ni nada por nuestra libertad, habrá legalidad, una legalidad que permite la reinserción para hacer más grande la democracia, integrando hasta quienes la han combatido hasta ahora", añadió el jefe del Ejecutivo autonómico en la celebración de la tradicional Fiesta de la Rosa.
Desde las filas jeltzales, Iñigo Urkullu se sumó a la batería de reacciones para señalar que la declaración realizada el fin de semana en Gernika "no es un paso adelante". Además, el presidente de la formación jeltzale mostró su preocupación porque sea una "escenificación" de un "victimismo para logros políticos".