Vitoria. Vista la semana, la campaña electoral de las próximas autonómicas promete un nivel de tensión cercano al que alcanzó la histórica campaña de 2001 en la que el frente Mayor Oreja-Redondo Terreros intentó desbancar a Juan José Ibarretxe de Ajuria Enea. 48 horas después de que los líderes de los tres principales partidos -con permiso de la izquierda abertzale, inmersa en su propio camino pendiente de Sortu y el Constitucional- se enzarzaran en un duro intercambio de reproches siguiendo la estela del Pleno de fiscalidad que había acogido el Parlamento Vasco el lunes, los mismos protagonistas repitieron ayer esa especie de triángulo de boxeo preelectoral en el que se ha embarcado la política vasca, con las maquinarias ya prestas para hacer frente a un eventual adelanto de los comicios que la oposición ve inevitable y del que el lehendakari reniega.
La peculiaridad que impone la bicefalia del PNV, por otra parte, impide que los tres candidatos -aunque Iñigo Urkullu esté aún pendiente de la ratificación de sus bases- puedan protagonizar este cara a cara en el Parlamento Vasco, así que ayer nuevamente micrófonos de radio y el Comité Nacional del PSE fueron los foros en los que Urkullu, Patxi López y Antonio Basagoiti intercambiaron golpes.
Y es el combate económico el que lleva la voz cantante en este momento. El anuncio al mediodía de que la agencia Fitch rebajaba la calificación de la deuda vasca no hizo sino añadir un punto más de tensión a una situación que, a juicio del líder de la formación jeltzale, es "de tal gravedad" que, unida a la magnitud de la caída de ingresos, "va a exigir que el Gobierno Vasco sea consciente de que no va a poder terminar este año".
Más allá de la habitual dureza en los discursos, ayer hubo posicionamiento ideológico y estratégico. El PNV parece plantear la próxima contienda electoral en términos de confrontación a dos con el PSE, pese a que la previsible presencia de la izquierda abertzale -sea Sortu o Amaiur- emerge como una de las fuerzas en condiciones de disputar los primeros puestos del ranking parlamentario. Urkullu, en Onda Vasca-Grupo Noticias, insistió en defender la necesidad de que el Constitucional clarifique el mapa electoral y legalice Sortu para que la izquierda abertzale explique "públicamente" cuál es el "modelo liderado por la izquierda abertzale". A eso precisamente se refería muy gráficamente vía Twitter el portavoz de los socialistas en el Parlamento Vasco, José Antonio Pastor: "El debate es o modelo Euskadi -en referencia a la iniciativa del Gobierno López- o modelo PNV".
Los socialistas siguen ahondando en la senda que subraya el eje político izquierda-derecha, situando como rival a batir a los jeltzales pero con el PP como elemento de comparación. El lehendakari no dejaba mucho lugar a dudas al respecto en su discurso de ayer ante el Comité Nacional del PSE, acusando a PNV y PP de no querer debatir sobre el andamiaje institucional y política fiscal porque se verían "atrapados en la foto de las dos derechas vascas", pero repitiendo el mensaje de Pastor: "Eso es lo que nos esperaría si ganara (que no lo hará) el PNV las elecciones. Las políticas de Rajoy con Eusko Label".
En este sentido, ni es baladí que buena parte de las medidas fiscales que planteó el PSE en el Pleno del lunes fueran similares o iguales a las que pactó en su momento con Bildu en Gipuzkoa, ni deja de ser significativo que ayer la portavoz de este partido en las Juntas Generales de este territorio ofreciera al diputado general, Martin Garitano, su mano tendida para dar un "golpe de timón" a la política de empleo y económica, dado que "Bildu y el Partido Socialista son partidos que tienen las mismas prioridades" en estas materias.
Los recortes de Rajoy La guía espiritual socialistasigue siendo la nueva esperanza de la izquierda europea, François Hollande. Y, por ello, López aprovechaba el capote matutino de su antes socio: "Eso que esta misma mañana Antonio Basagoiti calificaba como el desvarío de López, inmerso en su campaña de socialismo extremo, yo lo llamo defender Euskadi. Defender a la sociedad vasca. Defender nuestro modelo de país y de bienestar. Desde la izquierda, sí. Desde un proyecto socialista, claro que sí".
Porque Basagoiti, efectivamente, horas antes en Radio Euskadi había cargado contra López, no sólo por lo que consideró el "brindis al sol" de recurrir los recortes de Rajoy, sino también por permitir que el gasto corriente del Ejecutivo vasco siga creciendo. El convencimiento popular, igual que el jeltzale, es que no se acabará la legislatura: "Hace falta un Gobierno Vasco que tenga la fortaleza suficiente de hacer un Presupuesto con tiempo y forma", reclamaba Basagoiti, "no estamos aquí para hacernos campañas electorales ni para intentar aguantar atornillados al sillón hasta febrero o marzo". Pero esos no parecen, a tenor de sus palabras, los planes de López que, pese a la minoría parlamentaria de su Ejecutivo -25 de 75 parlamentarios-, presumió en su intervención de ser "el Gobierno más fuerte que hemos tenido en este país desde 1998": "Yo no voy a aguantar o a atrincherarme en el Gobierno, como dicen algunos. Yo voy a seguir gobernando".
López fue increpado por un joven a su llegada al Palacio Euskalduna, según informó EiTB, que citando fuentes de Interior aseguró que fue imputado por injurias a la autoridad.