Vitoria. Llevó el PSE al Parlamento Vasco ayer un debate monográfico sobre fiscalidad en el que se evidenció su soledad y las dificultades con las que se va a encontrar el Ejecutivo de aquí al final de la legislatura. PP y PNV sumaron sus votos en defensa del régimen competencial foral y del actual modelo fiscal, haciendo decaer las principales propuestas de resolución de los socialistas, en las que planteaban una mayor carga impositiva a las rentas altas y un mayor control y progresividad en las deducciones. En ese sentido, fracasó el PSE en su intentó de residenciar en el Parlamento Vasco la definición de un criterio común en fiscalidad que luego trasladar a las Juntas Generales.
"Por fin", inició la sesión plenaria el portavoz socialista, José Antonio Pastor. En el "por fin" socialista se traslucía el interés del Gobierno Vasco por un debate que le es vital en lo puramente económico -lo decía sin paños calientes el consejero de Economía, Carlos Aguirre: "En las circunstancias actuales, una reducción del déficit de este calibre resulta imposible realizarla únicamente a través del gasto"-, pero también en lo político. A ese discurso de marcar distancias con las políticas de austeridad de Mariano Rajoy ha fiado en buena medida el PSE el intento de recuperar el electorado de izquierdas, desencadenando su ruptura con el PP hace unas semanas y provocando ayer los enfrentamientos más duros -"nos ha traído un debate falso y cobarde", le reprochó el PP-.
Lo que no fue óbice para que en las votaciones posteriores se practicara una cierta geometría variable en la que destacó también la puerta que abrió el PNV a una revisión fiscal -centrada en aspectos poco operativos de deducciones y bonificaciones por IRPF e Impuesto de Sociedades-, pero en las instituciones competentes, matizó Ricardo Gatzagaetxeberria, con las diputaciones y en el Órgano de Coordinación Tributaria, una instancia que los socialistas calificaron como "un órgano inoperante". Y, en este sentido y además de esos dos ejes -el del modelo económico-social y el preelectoral-, otro más: el del debate sobre la estructura institucional vasca, que impregnó buena parte de las intervenciones de populares y jeltzales; argumento que llevó incluso a Carlos Olazabal (PP) a afirmar sobre el debate y las propuestas de ayer que "desde los tiempos de la LOAPA no se había visto mayor invasión de competencias".
Con estos tres mimbres, sí hubo espacio para lograr algún acuerdo significativo -aunque su viabilidad real sea harina de otro costal- entre socialistas y jeltzales en torno a convenir con el Estado algunos tributos concertados bajo normativa autónoma: caso del IVA o de los Impuestos Especiales. Pero la suma de populares y jeltzales tumbó las iniciativas más sustanciosas que respecto al actual modelo tributario plantearon los socialistas, que prácticamente calcaban el pacto del PSE con Bildu en Gipuzkoa por ejemplo para la implantación de tres nuevos tramos de rentas altas en el IRPF hasta una tributación del 49% o para subir el tipo sobre las rentas del ahorro.
Uno de los aspectos sobre los que se hizo especial hincapié fue en el del gasto fiscal, es decir, lo que las haciendas dejan de ingresar por deducciones e incentivos: 6.000 millones de euros este año. Un hecho que el PNV destacó para subrayar que la mayor parte de esa cantidad se regula precisamente en las Cortes y no en la CAV, caso del IVA, que representa más del 50% de esa cantidad.
También la presión fiscal sirvió como telón de fondo para que unos y otros expusieran sus modelos económico-sociales, desde una "visión ideológica", como reconoció Carlos Aguirre. El PP dejó claro que "subir impuestos en época de crisis no implica recaudar, sino todo lo contrario", mientras el PNV defendió la vigencia, progresividad y operatividad del actual sistema fiscal -el 3% de los contribuyentes declaran ingresos superiores a 66.000 euros en el IRPF y esos son los que aportan el 30% de la recaudación total por este impuesto, apuntó Gatzagaetxeberria-; en tanto el consejero de Economía subrayó que "el modelo ha podido funcionar bien en contextos de consenso interinstitucional, pero tiene evidentes riesgos de naufragar en situaciones de desacuerdo"; frente a Aralar, EA, Ezker Anitza o UPyD que destacaron el tinte preelectoral del debate, recordando al PSE que buena parte del actual modelo fiscal viene heredado de sus acuerdos.