Donostia. Decía el pasado lunes el ministro del Interior que el que los denominados "exiliados" a causa de la actividad armada de ETA puedan votar en Euskadi está "difícil", pero que el Gobierno no cejará en su empeño. Tras los comicios del pasado 20 de noviembre, sin embargo, no hay obstáculo que se le pueda resistir al PP, o al menos es lo que ayer se encargó de recordar el presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, desde TVE, donde, preguntado por la soledad de la formación popular en la defensa de esta empresa, replicó: "No olviden que tenemos mayoría absoluta y ésta es una medida de justicia".

Respondiendo a las acusaciones de que el PP intenta "manipular" el censo con esta iniciativa, el líder popular aseguró que los únicos que han alterado el electorado han sido "ETA y su mundo". Según sus cálculos, "en comparación con los censos de alrededor", en la CAV "faltarían" 309.000 votantes, y sólo durante los últimos tres o cuatro años se habría producido una merma de 50.000 electores "por la presión".

En este sentido, el Gobierno español ya se ha puesto manos a la obra y ha delegado el estudio de la cuestión en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales -adscrito al Ministerio de la Presidencia-, que analizará la inclusión de los denominados "exiliados" por ETA en el censo electoral vasco en el seminario monográfico que celebrará el próximo 7 de junio.

pregunta a europa Mientras, el resto de partidos seguían ayer mostrándose recelosos, cuando no abiertamente críticos. El PNV, por medio de su eurodiputada Izaskun Bilbao, pidió a la Comisión Europea que diga si la iniciativa "cabe en los estándares democráticos" de la UE. El Gobierno Vasco insistió en que el proyecto presenta "muchas aristas desde el punto de vista jurídico y político". Y la izquierda abertzale, por su parte, consideró que la formación popular pretende "perpetuar el pucherazo manipulando el censo electoral de forma descarada" por "miedo a la democracia" y a una victoria soberanista.