vitoria. Con la hipótesis del adelanto electoral arraigando ya en todos los discursos, jeltzales y populares se situaron ayer en clave postelectoral para comenzar a definir sus respectivas posturas.

Rota la entente constitucionalista, y rechazada su reedición desde ambas partes, las urnas darán paso a la exploración de nuevas alianzas ante un escenario en el que las mayorías absolutas están prácticamente descartadas de partida.

El PNV volvió a ser el más votado en las pasadas autonómicas, pero ahora sabe que se deberá medir con la suma soberanista que viene empujando fuerte desde las encuestas y las recientes citas municipales, forales y generales. Y ante esta realidad, su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, lanzó ayer un primer guiño a la forja de algún tipo de acuerdo con este mundo. "Tenemos espacios en común con la izquierda abertzale", adelantó ante las cámaras de TVE, para concluir que "no puede negar" la posibilidad de buscar "un entendimiento" con ella. Eso sí, lejos de la forja de esos "frentes políticos" que tan mala venta tienen ante el electorado y basado en "la búsqueda de consensos".

"apuestan por bildu" Inmediatamente, el popular Antonio Basagoiti recogió el guante para afear a los jeltzales que rechacen buscar acuerdos con ellos y "sólo tengan ojos para Batasuna". "En este momento estarán hablando ya de lo que quieren hacer después de las elecciones autonómicas", vaticinó. Y, en consecuencia, descartó de manera rotunda encontrarse entonces con los jeltzales -con quienes comparten algunas recetas de corte económico-, para vestirse el traje de campaña y reivindicar el PP como el único voto útil; la única alternativa frente a "la fórmula de la radicalidad y la exclusión", alertó, en un discurso que hizo suyo el alcalde de Vitoria, Javier Maroto, que además aprovechó para extender la crítica al PSE, del que dijo que lleva meses "sin hacer nada" y empeñado en retomar el "modelo de seguidismo" al PNV.