Madrid. Improvisación, engaño respecto a las promesas electorales, falta de credibilidad, obsesión por el déficit en detrimento del crecimiento y la amenaza de crear una "situación de emergencia", fueron algunos de los ataques que recibió ayer el Gobierno en la primera jornada del debate de las diez enmiendas a la totalidad presentadas a los Presupuestos Generales del Estado. Frente a estas críticas, unánimes desde la bancada de la oposición (UPN y Foro ayer no hablaron), el PP y el Gobierno reiteraban la defensa de las cuentas "austeras, difíciles pero también realistas", como "las que España necesita para salir de la crisis".

Sin embargo, más allá de los discursos políticos, que nada nuevo aportaron a debates precedentes, lo más significativo de la sesión de ayer (primera de las dos previstas) fue la visualización, de nuevo, del aislamiento del PP, pero también, y eso es quizá más relevante, fue la unanimidad del argumento de ataque: la falta de crédito de las políticas diseñadas por Rajoy. Ese es el run-run que más daño puede hacer al jefe del Ejecutivo.

Argumentos Con el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, mantuvo ayer un duro cruce de acusaciones de haberse engañado entre sí y a la ciudadanía, tanto con el ministro Montoro, como con Rajoy. El argumento: el desvío de los objetivos de déficit público de 2011. Rubalcaba insistió en que el nuevo Gobierno conoció del anterior los datos reales -el déficit cerró en el 8,51 % en lugar del 6 %- con "honestidad y transparencia" y aseguró que es el actual Ejecutivo el que con sus "torpezas, vacilaciones y errores", sobre todo en la elaboración de las cuentas públicas, ha aumentado la desconfianza en España. Sin embargo, Montoro ha asegurado que el cierre de las cuentas de 2011 "fue un engaño más, muy grave, porque ha perjudicado la imagen de España frente a sus acreedores", y achacó a esta desviación gran parte de la dureza de los presupuestos.

La respuesta de Rubalcaba fue obvia: dijo el Gobierno del PP debería haber actuado de otra manera, explicando que las comunidades autónomas no pudieron cumplir el objetivo de déficit pero, en su lugar, ha preferido "sembrar dudas sobre la economía con tal de encontrar excusas a sus recortes, una vez más poniendo su interés particular por encima del general". Dicho esto, criticó que el Ejecutivo suba los impuestos y declare una amnistía fiscal a los grandes defraudadores o que opte por hacer pagar a los pensionistas en vez de cargar el ahorro "a la cuenta de resultados de las farmacéuticas" con una subasta de medicamentos.

Por su parte el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, se quejó del trato que recibe Cataluña en los Presupuestos y recordó que se trata de la comunidad autónoma que sufre un mayor recorte de inversiones, del 45 %. "Ya basta de ser cornudos y pagar la bebida", dijo Duran a Montoro, quien le respondió que "Cataluña es una prioridad para el Gobierno" y que España no saldrá de la crisis sin ella.

El coordinador general de IU, Cayo Lara, criticó por su parte que el Gobierno siga realizando recortes "que no sirven para ganar la confianza de los mercados", como lo demuestra el estado de la prima de riesgo, mientras se está perdiendo la confianza de los ciudadanos.

La portavoz de UPyD, Rosa Díez, opinó que el Ejecutivo no tiene una estrategia clara ni posee liderazgo político, lo que le lleva a no saber explicar las medidas que toma. Díez criticó además que el Gobierno demorara la presentación de las cuentas por motivos electorales.

Finalmente el diputado del PNV Pedro Azpiazu señaló que los presupuestos agravarán la crisis a corto plazo y dificultarán la salida a medio plazo.