vitoria. La Ejecutiva de Aralar aguarda a que la Comisión de Garantías del partido se pronuncie sobre la actuación que han tenido los parlamentarios vascos Aintzane Ezenarro, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe al votar a favor, pese a la negativa del aparato, de la ponencia sobre paz y convivencia que abordará el Legislativo autonómico en los próximos días.
No obstante, en una espera pasiva, la dirección de Aralar tantea las opciones que una ruptura definitiva con los tres aforados díscolos presentaría para su trabajo parlamentario. Patxi Zabaleta, presente ayer en el ciclo de conferencias de Forum en Bilbao, reiteró que con su conducta Ezenarro, Basabe y Erostarbe "se habían colocado fuera de la disciplina del partido", según dictaminó la comisión ejecutiva del partido, pero no sólo por el episodio de la ponencia, según el líder de Aralar, sino también por una serie de actuaciones anteriores.
Ahora bien, Zabaleta aclaró que desde la votación para constituir la citada ponencia "los parlamentarios están trabajando y haciéndolo bien". Por eso, la Ejecutiva "no va dar ningún nuevo paso" hasta que los órganos internos se pronuncien, una misión para la que carecen de plazo concreto.
En su intervención, Zabaleta admitió que Aralar estudia precedentes de casos de parlamentarios díscolos para saber a que atenerse. A pesar de que en la conferencia no concretó a qué episodios se refería, preguntado por DNA el dirigente abertzale matizó que por su cabeza rondan diversos casos como el que tuvo lugar tras la escisión del PNV a mediados de los ochenta o el más reciente de Unidad Alavesa. En este último episodio de 2004, UA echó marcha atrás en su candidatura conjunta con el PP y una vez constituida la Cámara su parlamentaria, Enriqueta Benito, se alejó de la disciplina popular formando parte del Grupo Mixto, donde adoptó decisiones tan impopulares para sus antiguos compañeros de lista como la aprobación de los Presupuestos que presentó el entonces lehendakari Juan José Ibarretxe.
Conocidos los insospechados giros que pueden producirse tras la fractura de un grupo parlamentario, Zabaleta quiere llegar a afrontar esta posibilidad con los deberes hechos. De momento, si no hay una más que remota conciliación entre las partes, las dos principales vías que se abren son la formación de grupo propio por parte de los díscolos, con la consiguiente inclusión del único parlamentario afín a la línea oficial, Dani Maeztu, en el Grupo Mixto, o que Ezenarro, Basabe y Erostarbe decidan trasladarse ellos mismos al Grupo Mixto. En este segundo supuesto, Maeztu también ser vería obligado a abandonar su grupo actual, ya que al no contar con el mínimo de tres parlamentarios que contempla el Reglamento de la Cámara el mismo quedaría desactivado.
También en relación con la ponencia que ha puesto de manifiesto las severas discrepancias en el seno de Aralar, el líder de Eusko Alkartasuna, Pello Urizar -partido que votó junto con UPyD en contra de la creación de este foro de trabajo- aseguró que no participarán en la misma.