Bilbao. ¿El Aberri Eguna activará la precampaña del PNV?
No. El Aberri Eguna es motivo de reivindicación, fiesta y memoria, en este año en el que se cumplen 75 años de los bombardeos. Además, venimos de un proceso de asamblea general del PNV en la que fijamos como objetivo a corto plazo recuperar la Lehendakaritza y el tiempo perdido.
Buscan su candidato a lehendakari. ¿Con qué perfil?
No me voy a pronunciar sobre nada que tenga que ver con el trabajo que corresponde a una comisión. Nunca me he pronunciado salvo para hacer un intento de pedagogía sobre las incompatibilidades.
Usted es el presidente del partido.
Tengo mi propia reflexión pero solo la expondré si la comisión o el EBB me la solicitan.
Al figurar en las quinielas, se puede interpretar que su candidatura ha cogido vuelo y no quiere interferir.
No voy a entrar en ninguna consideración. He preferido que sea una comisión la que trabaje libremente más allá de los condicionamientos que puedan provocar las opiniones que algunos podamos verter. He querido facilitar, diciéndose todo lo que se dice, que sea el EBB y una comisión de nuestra Ejecutiva quienes reflexionen con los menos condicionantes posibles. No sólo es una facultad del EBB sino que, además, considero que es una decisión cargada de toda responsabilidad la que ha de adoptar.
Gerenabarrena y Egibar han apostado abiertamente por Ibarretxe.
Soy escrupuloso en el ámbito de actuación de cada uno y las reglas del juego. Nos hemos dado como regla que sea una comisión la que trabaje, y no voy a decir nada.
¿No teme que pueda ser utilizada esa apuesta por Ibarretxe para hablar de división en el PNV?
Estamos acostumbrados a intentos de desestabilización desde fuera del PNV, con críticas interesadas por parte de partidos y de grupos de comunicación. Lo importante es que seamos firmes en nuestra reflexión.
El ABB ha terminado su renovación. El único afín a Gerenabarrena dice que no irá a las reuniones. ¿El PNV va a tener un problema con Araba?
No. Todo se refiere a un procedimiento de elección regido por unos estatutos, un reglamento electoral, precedentes y jurisprudencia de los órganos del PNV. Y no hay más que leer los reglamentos para saber cuáles son las reglas de juego. A partir de ahí, se ha elegido una Ejecutiva, y lo que corresponde ahora es empezar a trabajar ya.
¿Qué opina sobre el dictamen parlamentario del 'caso Miñano'?
Estamos muy molestos, no ya solo por el dictamen. No creo en las comisiones parlamentarias que conviven con procesos judiciales abiertos, porque parecen entrar en una carrera para hacer un juicio que corresponde a la justicia ordinaria. Lo que se ha visto es la intencionalidad política de algunos grupos, el PSE y el PP especialmente, de vincular no solo a las personas sino al PNV con unas prácticas que están por dilucidar. Y nos hemos visto sorprendidos en la última fase, cuando la comisión ha aprobado una enmienda que acusa a la exconsejera de Industria Ana Agirre, una persona a la que no se había citado durante todo el tiempo del trabajo de esa comisión, ni se le había dado audiencia para pedirle explicaciones. Por lo tanto, exijo al presidente de la comisión que tenga en cuenta cuál ha sido el proceder. Si no hay una modificación, repudiamos el resultado.
¿Le pasará factura al PNV?
No. Aun partiendo de la presunción de inocencia, hemos reconocido que, si algo no hemos hecho bien, lo tendremos que corregir. También hemos hecho pedagogía en los últimos años a favor de la transparencia. Ha derivado en las medidas cautelares que hemos implementado en los estatutos del partido en la última asamblea.
Según el Euskobarómetro, ganarían las elecciones, pero podría ser necesario pactar.
Bueno, los pactos pueden ser de diverso tipo. Ha habido gobiernos de coalición, o monocolores pero con pactos de legislatura, como el actual. Con la presencia de la llamada izquierda abertzale, la composición del Parlamento será otra, y ningún partido tendrá mayoría absoluta. Queremos ofrecer un programa a la sociedad vasca y, sobre esos compromisos, si después los números marcan la necesidad de llegar a acuerdos, analizaremos sobre qué es posible llegar a acuerdos.
¿Todos los partidos son una opción?, ¿desde el PP a la izquierda abertzale?
No cerramos las puertas a nadie.
En caso de que fuera liberado, ¿cómo vería a Otegi como candidato de la izquierda abertzale?
No sé si es posible que sea candidato antes de 2014, por estar inhabilitado por causas anteriores. No me preocupa quién sea el candidato de otras formaciones.
Quien sí parece que ha entrado en campaña es el lehendakari López.
Sí. El 2 de abril, a las 18.30 horas, inició su campaña electoral. Había anunciado su propósito, y lo había hecho además escenificando su disposición a autonombrarse candidato en semanas anteriores, lo cual es muy democrático. Pero ya habiéndose nombrado candidato, el lunes inició su campaña.
¿A qué lo atribuye?
Desde su primer día, es un gobierno con el tiempo perdido, que nació con una voluntad muy condicionada de desplazar al PNV diciendo que era el tiempo del cambio. PSE y PP se montaron en el coche del cambio y, a la hora de ponerlo en marcha, se equivocaron de sentido en la palanca y vamos marcha atrás. Está ante una legislatura agotada, es consciente, y quizás ahora quiera revertir la imagen del PSE. Quizás es porque lleva una inercia de estar permanentemente en campaña con el PSOE en el Estado, y no dedicándose a lo que se tiene que dedicar, que es ser lehendakari.
¿Va a haber adelanto electoral?
Estamos preparados por si el lehendakari López cambia el criterio de agotar la legislatura. Sea porque piensa que los resultados en Andalucía y Asturias le colocan en posición ventajosa con respecto al PP, sea porque considere que en el ámbito de pacificación no puede hacer más de lo que ha pretendido hacer, incluso apropiándose de iniciativas presentadas por otras formaciones ante su falta de liderazgo y porque la izquierda abertzale ya no le da más juego, o sea porque piensa que la responsabilidad de la gestión económica castigará al PP. No debemos estar once meses en campaña.
¿Puede descuidar su labor en Lakua?
En este contexto económico y político, se ha dedicado a una campaña permanente -en las elecciones internas del PSOE, las generales, las andaluzas y las asturianas-, y compatibiliza su responsabilidad con la Secretaría de una de las áreas del PSOE en el Estado. Está mirando permanentemente a España, pero no mira a Euskadi ni se dedica a ella. Los vascos no se merecen un gobierno liderado por un lehendakari que, además, se dedica a otras cuestiones de la política española que le llevan a estar once meses de campaña.
El PSE ha dicho que Lakua tiene dinero para pagar facturas, y le ha llamado 'trolas' por augurar que los problemas vendrían en marzo.
Reitero la situación de dificultad que tiene el Gobierno. Es evidente cuáles son las circunstancias que afectan a cada uno de sus departamentos, y es evidente que el planteamiento de crecimiento del PIB que advirtió hace unos meses no coincide con la realidad reconocida por el consejero de Economía en marzo. Ya no es crecimiento, sino de decrecimiento. Pese a asegurar que tienen dinero en caja, han retrasado el pago de facturas y compromisos plurianuales.
El fiscal superior del País Vasco ha dicho que el caso de Melchor Gil no es grave desde una perspectiva legal.
Más que eso, me produjeron estupefacción sus palabras cuando dijo que detrás del caso había motivaciones políticas. Me resultó inaudito, cuando están reconocidos por el propio Gil esos "errores" fiscales, como los llamó el lehendakari. No sé cuál es el respeto al procedimiento que se tiene por parte del fiscal cuando se expresa públicamente sobre esta cuestión.
¿Cómo valora la gestión del 'caso Gil' por parte del PSE?
No quiero entrar. Estas cuestiones pueden ser utilizadas para el desprestigio de la política, y yo abogo más por el prestigio.
¿Ha hablado con López desde que se produjera el distanciamiento por el estado de las cuentas?
Sí. Primero tuve una conversación justo antes de que yo el 3 de febrero dijera en la rueda de prensa lo que dije, y no dijera lo que no dije, y tuve una conversación en relación al tiempo que estábamos viviendo pero, posteriormente, se suscitó la polémica al manifestar la extrema gravedad que veo en la situación del Gobierno. Más tarde, simplemente tuve una llamada de teléfono en relación a la ponencia de convivencia. Me he dirigido también a él con lo que entendía que debería ser el propósito de esa ponencia, y no he tenido contestación.
¿Va a intentar reconstruir puentes o es difícil en un año preelectoral?
La situación económica y política del país está por encima, y exige que se reconstruyan puentes con todas las formaciones, y esa es la disposición que yo tengo con el lehendakari.
Los parlamentarios de Aralar que apoyaron la ponencia no entregarán sus actas y se reafirman.
Euskadi necesita ámbitos para sumar esfuerzos. Pero no somos capaces de identificar que cada ámbito, el de la gestión del fin de ETA y el de la solución del contencioso, debe tener una gestión propia. Se están mezclando. Me preocupa que lo que ha sucedido en el seno de Aralar traiga consigo un final esperpéntico: que la formación promotora y su portavoz no formen parte de la ponencia que han impulsado.
¿Ve a Aintzane Ezenarro en el PNV?
No estoy en ese ejercicio, por respeto a ella y al resto de parlamentarios. Como PNV, ofreceremos nuestro proyecto y se sumará quien quiera.