parís. Una nueva redada contra el terrorismo islámico en Francia confirmó la ofensiva anunciada por el presidente galo, Nicolas Sarkozy, con el arresto ayer de diez personas que se habían preparado para actuar o manifestaban intención de hacerlo. Los arrestos se produjeron a primera hora de la mañana en Marsella, Roubaix, Valence, Carpentras y Pau, y dieron lugar a registros de domicilios y vehículos y la incautación de diverso material, sobre todo informático. Los investigadores precisaron que los detenidos no formaban una red ni tenían relación entre sí, más allá de que habían viajado a campos de entrenamiento yihadistas en Pakistán y Afganistán o tenían intención de hacerlo. Es decir, que son individuos en su mayor parte aislados a los que los servicios secretos franceses -que habían estado en el origen de la operación, dirigida por la Fiscalía antiterrorista- tenían identificados y con un perfil similar al del asesino de Toulouse y Montauban, Mohamed Merah. El ministro del Interior, Claude Guéant, precisamente, justificó la redada de ayer porque después de esas matanzas reivindicadas en nombre de Al Qaeda por Merah -abatido por la policía el pasado 22 de marzo- no se podía correr el riesgo de que se volvieran a repetir.
En cualquier caso, ninguno de los de ayer tenía conexiones con el grupúsculo islamista Forsane Alizza, desmantelado el viernes pasado ante la sospecha de que preparaba acciones violentas en Francia, como secuestros, en particular del juez de Lyon Albert Lévy, que se había encargado de la investigación de uno de sus miembros y que se da la circunstancia de que es judío.
El titular de Interior señaló que la operación de ayer, como la del viernes, responde a una aceleración de la lucha contra el terrorismo islámico, pero aseguró que ambas "no tienen nada que ver" con la campaña electoral ni con una estrategia para favorecer al actual presidente, candidato a su reelección.
el show del candidato sarkozy Sarkozy había avanzado ayer que en las próximas semanas iban a repetirse acciones como la llevada a cabo contra Forsane Alizza y que a los integristas se aplicaría la regla de la "tolerancia cero". Su principal rival en los comicios del 22 de abril y del 6 de mayo, el socialista François Hollande, insinuó ayer que estas redadas responden a intereses de campaña del presidente conservador, al señalar que "sorprende" que se hayan llevado a cabo justo tras las matanzas de Merah que tanto han afectado a los franceses. "Lo que se podía hacer hace unos meses tendría que haberse hecho hace unos meses", comentó Hollande en tono de reproche al presidente conservador, después de haber insistido en que frente a la amenaza terrorista "hay que actuar siempre en prevención" y en que "se habría tenido que hacer algo antes". A estas críticas se sumó también el candidato centrista François Bayrou criticó por su parte la "escenificación" de operaciones demostrativas como las de estos días, en las que se había advertido a la prensa para que las cámaras pudieran grabarlas.