madrid. El PP no dejó de cosechar rechazos durante la jornada de ayer. Su apuesta por que 12 de los miembros del Consejo General del Poder Judicial sean designados entre la propia magistratura y no por el poder legislativo se topó con el rechazo del PNV, y también del PSOE, IU o Geroa Bai tras la comparecencia de Gallardón en la comisión de justicia. Por parte de los jeltzales, el diputado Emilio Olabarria avisó de que tal cambio podría ser inconstitucional porque se estaría sustrayendo al pueblo "su legitimidad como detentador de la justicia". "La elección debe corresponder a las instituciones donde reside la soberanía popular, como es el Parlamento", sentenció, para apostar, asimismo, por profundizar en la regeneración de la justicia.

Sobre la renovación del Tribunal Constitucional, llamó al Gobierno español a despolitizar el órgano, al tiempo que extendió un llamamiento a PP y PSOE para que renuncien a la "tentación" de acordar entre ambos su composición. Además, pidió derogar la doctrina Parot y mostró su "rotunda oposición" ante una eventual implantación de la cadena perpetua. En cuanto a la petición de responsabilidades penales por una mala gestión pública, pidió al PP "que no frivolice con el Código Penal como estrategia macroeconómica". El portavoz del PSOE en la comisión de Justicia del Congreso, Julio Villarrubia, acusó a Gallardón de "entrar como un elefante en una cacharrería", y coincidió en considerar un "ataque" contra la soberanía popular el nuevo plan para el CGPJ. "Hoy gobiernan ustedes con una amplia mayoría, pero es posible que más pronto que tarde la situación se pueda revertir", avisó.

Desde IU, Llamazares habló de "involución". Por parte de Geroa Bai, Uxue Barkos preguntó al titular de Justicia si está dispuesto a acabar con la excepcionalidad del alejamiento de los presos de ETA.