madrid. El portavoz del PSOE en la Comisión Constitucional, Ramón Jáuregui, tendió ayer la mano al Gobierno para dialogar y pactar un "proyecto ambicioso de reformas para sacar a España de la crisis económica e institucional", pero a cambio de que el Ejecutivo no paralice la Ley de Memoria Histórica.

Jáuregui lamentó que Sáenz de Santamaría no haya dedicado "ni una palabra" a la ley de memoria histórica y le reclamó que siga su desarrollo "por dignidad y justicia, para que los antepasados de las personas enterradas en fosas comunes puedan exhumar los restos de sus allegados". "Nunca debió ocurrir que esta ley nos dividiera en relación con el proceso de transición, aunque desgraciadamente ocurrió", admitió el mandatario socialista, antes de reclamar que no se paralice la ley para que "la recuperación de la memoria no sea un elemento de división, sino que haga mejor y más rica la convivencia".

principios El ex ministro de la Presidencia aseguró que el grupo socialista comparte muchos de los principios que inspiran la acción del Gobierno en torno a la austeridad, la transparencia o la regeneración democrática, pero se mostró partidario de un proyecto reformista más ambicioso.

Más allá del plano económico, Jáuregui se mostró partidario de abordar otros aspectos para mejorar la calidad democrática, como por ejemplo "abordar la reforma del Senado, la ley electoral o los sistemas de participación de la ciudadanía en las Cortes". Además, invitó al Gobierno a remitir no sólo al Consejo de Estado, sino también al PSOE, el anteproyecto de ley de estabilidad presupuestaria, tal y como acordaron con la reforma de la Constitución del pasado verano.

Finalmente se mostró también radicalmente en contra de que se suprima el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales y recordó que todos los países de la UE tienen un organismo de control similar.