Barakaldo.Iñigo Urkullu puso ayer la proa del barco jeltzale en dirección aAjuria Enea para tratar de recuperar la Lehendakaritza perdida enprimavera de 2009. Cumpliendo las previsiones, el presidente de laEjecutiva nacional del PNV fue reelegido para capitanear el partidootros cuatro años más en una asamblea general que ha servido para el aggiornamiento de la formación jeltzale tanto en la composición de su dirección como en los ejes estratégicos para el futuro.
Esuna carrera demasiado larga hasta las elecciones autonómicas (menos si,como se vaticina desde diferentes sectores, Patxi López se ve abocado aun adelanto electoral) y el peligro de desfondamiento está ahí sisobrepasa la velocidad de crucero pero, en un día tan especial para él,Urkullu proclamó ante sus bases el objetivo prioritario de su primeraño de renovado mandato: "Euskadi necesita recuperar el tiempo perdido.Recuperar la solvencia y el compromiso, frente a la impostura y laindolencia. Euskadi se merece otro Gobierno, capaz y comprometido. Lovamos a hacer. Os lo prometo, y lo tendrá. Un Gobierno vasco deverdad", arengó a los miles de militantes que se dieron cita ayer en elBEC de Barakaldo para asistir a su discurso de proclamación como líderdel EBB.
Con su designación comopresidente, la formación jeltzale cerró ayer un largo proceso derenovación y adecuación a los nuevos tiempos con un importante nivel departicipación de las bases en las asambleas locales, primero, yterritoriales y nacional, después. El millar y medio de enmiendasinterpuestas a los documentos y ponencias presentados por la direcciónda fe de ello. Y todo ello en un proceso sosegado y discreto, alejadode los focos mediáticos.
El procesointerno del PNV ha consolidado y reforzado el liderazgo de Urkullu enel seno de la formación. Si sus cuatro primeros años de mandato hanllevado la paz interna y apaciguado el debate sobre las diferentesalmas del partido -en su discurso de ayer se refirió a ellas paraprecisar que son "cientos de miles de almas" las que coexisten en elpartido-, el tiempo que se le abre ahora está marcado por tres pilares:trabajo, propuestas y gestión para hacer frente a la crisis y aldesempleo; profundización de la pacificación y logro definitivo delfinal de ETA; y consecución de un nuevo estatus o marcopolítico-jurídico para Euskadi a través de la iniciativa Euskadi, nación europea, cuya materialización debería darse en 2015.
Paratales objetivos, el presidente del EBB se verá rodeado de una direccióna su medida que propiciará un mandato sin diatribas internas, y con unacontrastada capacidad de gestión de todos y cada uno de los burukides.
Larenovación de la cúpula jeltzale se completará en los próximos dosmeses con la designación de los miembros de las ejecutivasterritoriales y sus respectivos presidentes. Sería una sorpresamayúscula que Andoni Ortuzar (Bizkai Buru Ba-tzar), Joseba Egibar(Gipuzko Buru Batzar) y Txaro Goikolea (Ipar Buru Batzar) fueranenmendados por las bases, y con toda seguridad repetirán en el cargo.No se puede decir lo mismo de José Ángel Agirrebengoa, presidente de laEjecutiva navarra, que dejará el cargo, para el que suenan los continuistasManu Aierdi o Iñigo Zabalza. En Araba, donde los más que discretosresultados de las últimas citas electorales y el caso de la presunta trama De Miguelhan lastrado al partido, se prevé pelea con la aparición de unacandidatura crítica al actual presidente del ABB, Iñaki Gerenabarrenao, en su caso, una candidatura de consenso.
Completadala renovación intramuros, Urkullu tendrá que afrontar inmediatamenteotro gran reto para la formación jeltzale: la designación del candidatoa lehendakari. En esta cuestión son pocas las certezas y muchas lasinterrogantes. Las quinielas apuntan diferentes nombres, pero buenaparte de las miradas, dentro y fuera del partido, están puestas enUrkullu, sobre todo por el liderazgo adquirido en estos cuatro años. Suopción es verosímil a pesar de que en Sabin Etxea son conscientes delproblema que generaría esta alternativa debido a la norma de labicefalia.
TERRITORIALES Urkulluafronta un nuevo tiempo para el que la asamblea general del PNV se hamarcado unos desafíos a los que dar una respuesta. Lo más inmediato esla salida de la crisis, y para ello esgrime el autogobierno comoprincipal herramienta, frente a estrategias subordinadas al Gobiernoespañol, como en el caso de Patxi López en los últimos tres años, oanhelos recentralizadores pregonados por el nuevo Ejecutivo de Rajoy."Hemos demostrado que nuestro modelo funciona. Ahora necesitamosprofundizar, ampliar las capacidades propias", precisó, para a renglónseguido invocar al nacionalismo económico como receta para eldesarrollo y crecimiento del país.
Laconsolidación de la paz y la creación de las bases para lareconciliación y la convivencia son el segundo eje de su mandato. Lascuatro patas de esta mesa serán "perdón y reparación, desarme ydisolución [de ETA]", renovación democrática del mundo ligado a laestrategia político-militar y fin de las leyes excepcionales. El tercerpilar de su mandato será la "actualización de la voluntad política delpueblo vasco" en la forma de un nuevo marco al que se llegaría despuésde un acuerdo político amplio refrendado en las instituciones ysometido a referéndum antes de 2015.