Vitoria. El líder del PP, Mariano Rajoy, se entrevistó ayer con el actual presidente de Bankia y expresidente del FMI, Rodrigo Rato, para conocer sus impresiones en materia económica y diseñar la política del nuevo ejecutivo. Es la primera cita que trasciende en la agenda postelectoral del futuro presidente del Gobierno, y eso, en círculos políticos, se interpreta como un acto intencionado. Es mucho decir que Rato vaya a ser el próximo ministro de economía, pero lo que es evidente es que daría el triple perfil que piden los mercados y el partido: es un histórico del PP que además comparte la faceta de tecnócrata tras regir el FMI entre 2004 y 2007 y su reputación, a nivel internacional, es intachable desde el punto de vista financiero.

Formalmente, la reunión celebrada ayer (fue en la sede nacional del PP, en la madrileña calle Génova) se enmarca dentro de la "ronda de contactos que mantiene Rajoy para diseñar la política económica de su futuro Gobierno". Sin embargo, parece que con esta entrevista el presidente electo hace un guiño a quienes desde Bruselas, desde la patronal o desde los lobbys económicos de presión le exigen gestos inmediatos para "calmar" a los mercados. El mensaje parece claro: un ex presidente del FMI al frente de la economía española sería la garantía de que España cumplirá los mandatos de la UE. Si en Bruselas se aplaudió que un exvicepresidente del BCE se hiciera cargo del Gobierno griego o que un excomisario europeo esté al frente de Italia, ¿cómo no se va a aplaudir que Rato guíe o influya en la economía española?.

Pero en el PP no van tan lejos y la versión oficial es que al citar a Rato "Rajoy ha querido conocer de viva voz sus impresiones", ya que de él valora "su experiencia en materia económica y sus relaciones y contactos internacionales".

Pero hay más datos para la especulación. Antes de estar con Rajoy, Rato asistió al Foro Nueva Economía y presentó la intervención del presidente de la patronal española, Juan Rosell, quien alabó la capacidad del expresidente del FMI "para todo salvo para presidir el FC Barcelona". Es decir, Rato tiene la bendición de la CEOE.

Postura en Bruselas Por otra parte Rajoy y el presidente en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, dieron ayer inicio al traspaso de poderes con un encuentro reservado de dos horas en el Palacio de la Moncloa. Fuentes populares precisaron que la reunión terminó poco después de las siete de la tarde y en ella también se habló de la situación económica general tanto española como europea. No obstante, uno de los asuntos que ambos tienen pendiente discutir es fijación de una posición consensuada de cara al Consejo Europeo del 9 de diciembre en Bruselas y que aún no se ha cerrado.