Vitoria. "Euskadi is different". Un dirigente del PNV rescató esta frase con ribetes de eslogan para explicar lo que sucedió ayer noche en la conclusión de la jornada electoral. La formación que obtuvo una holgada mayoría en el Congreso de los Diputados, el Partido Popular, se tuvo que conformar con el cuarto lugar de las preferencias vascas, mientras el PSOE, arrastrado a sus peores números, también decayó con respecto a los históricos resultados que alcanzó hace cuatro años en la CAV-nueve de los 18 diputados en liza-, pero recuperó parte de la credibilidad perdida si la comparación se realiza con la última convocatoria electoral, los comicios locales y forales de mayo.

Dos apuntes de la singularidad vasca que están encabezados por las preferencias nacionalistas y abertzales defendidas mayoritariamente por el electorado de la CAV. La irrupción de Amaiur, coalición que agrupa a la izquierda abertzale, Aralar, Eusko Alkartasuna y Alternatiba, se convirtió en la opción con mayor número de escaños, y junto al PNV, que sustituyó a los socialistas como la fuerza más votada, demostraron la confianza de la ciudadanía en las recetas abertzales frente al bipartidismo que ayer exhibió sus primeros síntomas de resquebrajamiento en el Estado.

El capítulo de diferencias no acaba aquí. La abstención subió en los colegios electorales de toda España menos en los vascos, donde el aumento de participación, impulsado principalmente desde Gipuzkoa -el efecto Bildu se trasladó a las nuevas siglas con el añadido de Aralar en el pasaje-, elevó el número de votantes hasta cotas inhabituales en unos comicios de carácter estatal.

Las dos 'ligas' Y es que ayer, en Euskadi, se jugaban dos ligas. Una para que socialistas y populares conocieran el respaldo que sus partidos recibían desde los territorios vascos. La segunda, para saber qué fuerza obtenía el apoyo mayoritario de la ciudadanía.

La forma de interpretar las matemáticas a través de la Ley D'Hondt provocaron que en este segundo reto el partido capaz de aglutinar el mayor número de sufragios no se convirtiera en esta ocasión en el líder en cuanto a los escaños conseguidos; seis en el caso de Amaiur, a los que la formación abertzale debe sumar un séptimo alcanzado en Navarra. Asimismo, y también con grupo propio en la Cámara Baja, los cinco parlamentarios que reportan los votos de la CAV al partido liderado por Iñigo Urkullu ven asomarse una parte de un sexto representante, el que obtuvo Geroa Bai, coalición en la que se alinean el PNV y los independientes capitaneados por Uxue Barkos, también en Navarra. No obstante, en este caso lo ajustado de las diferencias obligan a aguardar al definitivo recuento del voto por correo para constatar o no la consolidación del escaño.

En el otro lado de la balanza, la pugna entre socialistas y populares, socios por el cambio en el Parlamento Vasco pero partícipes al igual que el resto de sus compañeros de un férreo enfrentamiento cuando se trata de mirar a La Moncloa, siguió unos derroteros similares a los de la piel de toro sólo en lo que al severo recorte de apoyos al PSE se refiere.

El partido de Patxi López se dejó más de 176.000 votos por el camino, una debacle que no fue suficiente para que las siglas de Antonio Basagoiti les superarán. Los socios preferentes del lehendakari también retrocedieron, aunque de forma mucho más moderada que los socialistas, y aguantaron los tres representantes que actualmente trasladan al Congreso.

La diferencia con respecto al plano estatal es que en Euskadi la existencia de otras fuerzas ajenas al bipartidismo encabezado por Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy impide que sólo amarrándose a la fidelidad del electoral conservador, y beneficiándose de la caída socialista, el PP pueda obtener los réditos electorales que sí alcanzó ayer en otras comunidades autónomas y, por ende, en el resultado global de las elecciones.

En lo que respecta al Senado, el PNV también salió victorioso con cuatro dirigentes. Al término del escrutinio, la lista de senadores vascos la completaban PP y Amaiur, con tres senadores en cada caso, y el PSE, con dos representantes.