Pamplona. La fiscal de la Audiencia Nacional y la acusación particular ejercida por al abogada de Yolanda Barcina reclamaron ayer penas de prisión de entre cuatro y nueve años para los tres acusados de los tartazos a la presidenta del Gobierno foral el pasado 27 de octubre en Toulouse. En base a esta petición, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz optó por mantener imputados a Julio Martín Villanueva, Gorka Obejero Gamboa e Ibon García Garrido, miembros del colectivo contra el tren de alta velocidad Mugitu!, por un delito de atentado contra la autoridad.
Pedraz ha impuesto además a los imputados comparecencias judiciales semanales, la prohibición de salir del Estado y la entrega del pasaporte, tal y como habían solicitado la fiscal y la acusación particular.
La defensa Según tras la vista el abogado de los imputados, Gonzalo Boye, sus representados se negaron a declarar por entender que la Audiencia Nacional no tiene jurisdicción, ya que los tres acusados también han sido citados a declarar en Francia en un procedimiento en el que se les imputan "una falta de violencia voluntaria y otra de daños a bienes", castigadas con multa. "Hay una desproporción en la acusación, se les acusa de un delito cuando debería ser una falta", señaló el letrado antes de recordar que la propia Barcina bromeó diciendo que la agresión con tartas había sido "un dulce comienzo para su mandato". De igual modo, anunció que sus clientes estudian la posibilidad de iniciar "medidas legales" contra los miembros del Gobierno foral que "dieron a entender" que sus representados eran "parte de la izquierda abertzale y estarían vinculados a ETA". "Es falso, además de injurioso", señaló Boye.
Con motivo de la declaración judicial representantes del colectivo Mugitu! se concentraron frente a la Audiencia Nacional con pancartas en las que se podían leer los lemas No hay tartas para tanto cara y La desobediencia civil no es delito. El delito es el TAV... Tras la vista, los acusados consideraron que la petición de cárcel busca eliminar toda disidencia o contestación política.