LA posibilidad de que más de una cuarta parte de los votantes se quede en casa el domingo 20 de noviembre es vista por los partidos políticos como un factor difícil de anticipar, aunque de las principales fuerzas políticas, el PSOE es el que más teme a la abstención. Si se da un repaso a las cifras de participación en los comicios celebrados en España durante la democracia se verá que el porcentaje medio de abstención en elecciones generales es del 26,08%. Fue en octubre de 1982, en las elecciones que dieron al PSOE su histórica mayoría absoluta, cuando en España se alcanzó el récord de participación en elecciones a Cortes Generales, el 79,97%. El umbral más bajo de participación data de marzo de 1979, con una cota del 68,04%.

En cualquier caso, estos porcentajes son propios de una democracia plenamente consolidada, según coinciden los sociólogos consultados, para quienes resulta muy difícil vaticinar, a golpe de encuestas, cómo puede ser la participación en las próximas elecciones.

EL 15-M Ni siquiera la influencia del movimiento 15M parece clara a la hora de aplicarla a la abstención porque, como recuerda el catedrático de Sociología Ricardo Montoro, en las municipales de mayo, cuando este fenómeno alcanzaba su momento más álgido, de 35 millones de españoles convocados votaron casi 23 millones. Fernando Vallespín, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid, se inclina más por una derivación del voto de los "indignados" a candidaturas concretas, dejando fuera a los dos grandes partidos, cuyo bipartidismo reprueban con fuerza.

¿Y los partidos? El PP no muestra temor alguno a la abstención, convencido de que la participación será alta y de que entre los muchos votantes del 20-N estarán sus fieles, esto es, los 10 millones que le respaldaron en 2008 a los que se unirán otros muchos, incluso del PSOE (entre 1.000.000 y 1.200.000 votantes, calculan). Por el contrario, fuentes del PSOE sí ven en este fenómeno uno de sus principales enemigos porque sospechan que, sean muchos o pocos los que se queden en casa, a buen seguro serán votantes suyos.

Con todo, los expertos admiten que el parámetro de la abstención es uno de los que más se escapa en las encuestas preelectorales.