concha Lago

bilbao. El PSOE puso ayer a prueba un granero de votos que se desfonda -Andalucía- con la actuación estelar de los dos políticos que más éxito cosecharon hace casi treinta años. Felipe González y Alfonso Guerra regresaron juntos a los escenarios, demostrando así que los viejos rockeros nunca mueren... pero sobreviven como pueden. Rubalcaba decidió tirar de la vieja guardia del partido para que los tradicionales votantes socialistas acudan a las urnas. El encuentro del expresidente Felipe González y el cabeza de lista de la formación al Congreso por Sevilla, Alfonso Guerra, tenía el morbo de que se dignaban a compartir tarima quince años después de su última comparecencia conjunta.

Con el arrope de su guardia pretoriana, Rubalcaba se daba así su primer gran baño de masas en un mitin en la localidad sevillana de Dos Hermanas, ante cerca de 30.000 personas. Un día después de las turbulencias que ha provocado la última encuesta del CIS, en la que los socialistas se hundirían y el PP obtendría el mejor resultado de su historia, saltó a escena Guerra, un peso pesado necesario para el PSOE de Sevilla que forma parte del séquito más conservador de Rubalcaba e intentará reflotar las siglas del partido. El mitin, bajo el lema La fuerza del sur, causó gran expectación entre los socialistas, por cuanto era la primera vez que Felipe González y Alfonso Guerra coincidan en un mitin desde la campaña de las elecciones generales del año 1996. La pareja González-Guerra -los Beatles, les llamó Rubalcaba- sigue funcionando y, al menos por un día, las patillas y los pantalones de campana volvían a marcar tendencia.

El socialismo vintage no defraudó a su público y, en especial Guerra, quien aseguró que cuando el PP habla de bajar impuestos a los empresarios para que creen puestos de trabajo, en realidad lo que harán es "adelantar un año el cambio de yate". El exvicepresidente del Gobierno pidió a los españoles que elijan a un líder de pie -Rubalcaba- y no a uno tumbao -Rajoy- y, para ello adoptó un tono seminarista al instar a los asistentes: "Id y convenced a las almas vírgenes que esperan nuestra palabra". En su intervención, el cabeza de lista por Sevilla, pidió "moral de victoria" a los socialistas para evitar que el PP llegue al poder, convencido de que "si se pudo derribar el muro de la vergüenza de Berlín, ¿cómo no se va a poder derribar el muro de la infamia de los mercados?".

Felipe y Guerra se mostraron políticamente incorrectos y sugirieron que el PP habría preferido que ETA anunciara el cese de su actividad armada después de las elecciones del 20 de noviembre, e incluso González dejó en el aire una pregunta: "¿Y si lo hubieran intentado?".

Guerra, por su parte, presentó a Rubalcaba, como "el hombre que durante ocho años ha perseguido y ha derrotado a ETA" y criticó a Rajoy, afirmando que "seguro que le ha dicho a José María Aznar, el del bigote, que les pida a sus amigos del Movimiento Vasco de Liberación Nacional que esperen unos días para anunciar el fin de los atentados, a ver si, a tenor de las encuestas, le tocaba estar en Moncloa en ese momento". "Pues no te ha tocado, no han podido esperar porque el hombre que durante ochos años los ha perseguido y ha derrotado a ETA, está aquí, se llama a Alfredo", proclamó entre ovaciones. Guerra se negó a decir que la derrota del terrorismo es obra "de todos". "Amarga la verdad y quiero echarla por la boca -dijo-, porque algunos han hecho más que otros".

"Si se pudo derribar el muro de Berlín, ¿cómo no el muro de infamia de los mercados?"

alfonso guerra

Candidato por Sevilla