En una conferencia impartida dentro de unas jornadas tituladas "Bakea Bidean", organizadas por la Fundación Leizaola y celebradas en Leioa, Unzalu ha rechazado que los miembros de ETA deban pedir perdón a sus víctimas porque ello requeriría "forzar a esa persona a aceptarlo".
Ha opinado que, tras el anuncio de ETA del cese de su actividad, Euskadi debe "liquidar la ideología totalitaria que convirtió en terroristas a jóvenes que no lo eran" y, por ello, ha opinado, "se debe requerir a los terroristas que rechacen lo que hicieron" y que caminen hacia su integración en la democracia.
Ha criticado la conferencia desarrollada en Donostia el pasado mes de octubre con observadores internacionales, que ha calificado de "el teatrillo de Aiete" -el palacio donostiarra donde se celebró el acto- porque en ella, en su opinión, sectores nacionalistas vascos plantearon sus tesis políticas como únicas y trataron de condicionar así el final del terrorismo.
Según Unzalu, los vascos no pueden dejar al nacionalismo que "pase bandeja" y saque réditos del fin de ETA.
Para el secretario de Comunicación del Gobierno vasco, la nueva etapa de libertad para Euskadi debe asentarse sobre la superación del problema de las identidades de nacionalistas y no nacionalistas vascos, hasta lograr un acuerdo en el que todos deben ceder parte de sus planteamientos para garantizar una convivencia democrática estable.
En este momento, ha añadido, el final de ETA ha "destaponado" este debate político y se deberá discutir sobre la distribución territorial del poder del Estado e incluso hablar de cambios constitucionales, ha considerado.
Unzalu ha opinado que para el Gobierno vasco "es la hora de la serenidad y la tranquilidad, porque ETA ya no amenaza a nadie" y por ello ha criticado a quienes demandaron más valentía al Ejecutivo de Patxi López.
A su entender, "valentía hacía falta antes, cuando ETA ejercía su amenaza, para no renunciar a la propia opinión y para hablar claro", pero ahora, ha dicho, "es el momento de la prudencia".
Ha valorado que "el sistema penitenciario español es modélico y permite de forma audaz la reinserción de los terroristas", si bien ha asegurado que hasta la fecha "no ha sido el sistema el que impedía a los presos de ETA reinsertarse", sino "la propia organización terrorista", por lo que ha confiado en que "ahora que la banda no está, pueda darse su reinserción social".
Tras la intervención de Unzalu, el representante de la red ciudadana Lokarri, Paul Ríos, ha destacado la participación de las personalidades internacionales en la conferencia del Palacio de Aiete el pasado 17 de octubre, quienes coincidieron, ha dicho, en que "la sociedad vasca tiene en sus manos la posibilidad de alcanzar la paz y debe aprovechar este momento histórico".
Según Ríos, ETA, además de "dejar víctimas" por el camino, ha "entorpecido el debate político y ha impedido a los vascos resolver sus problemas de forma normalizada".
Por ello, una vez que los vascos se han quitado "esa mochila de sus espaldas", las instituciones y los partidos deberán hablar sobre el futuro de Euskadi pero a medio o largo plazo ya que, según ha advertido, la próxima campaña electoral puede alterar esa reflexión.
Lokarri ha valorado las rondas y contactos bilaterales que se han realizado en los últimos días entre las fuerzas políticas vascas pero, a su juicio, "falta una mesa de partidos pública, transparente y con participación ciudadana entre todas las sensibilidades que nunca se ha conseguido".