El secretario general de IU explica el plan de su partido para acabar con las elevadas tasas de paro en el Estado.
C. C. Borra
Bilbao. En el conflicto que ha sacudido Ezker Batua por el enfrentamiento entre los sectores liderados por Javier Madrazo y Mikel Arana, Izquierda Unida se ha posicionado siempre del lado de este último. Una vez consumada la escisión -los madracistas conservan las siglas y los seguidores de Arana se han rebautizado Ezker Anitza-IU Los Verdes-, Cayo Lara reafirma su apoyo a esta opción política, con la que IU concurrirá el 20-N.
En la pugna que se libra en el seno de Ezker Batua, pese a que los tribunales de justicia han ido dando la razón a los 'madracistas', IU ha mantenido su apoyo al sector de Mikel Arana. ¿Cómo lo explica?
Todavía no está todo resuelto judicialmente. IU no ha cambiado de opinión y respalda a la única organización que tenemos en Euskadi, de la que es coordinador Mikel Arana tras haber sido elegido de una manera democrática por una mayoría. Por tanto, vamos a seguir manteniendo las relaciones con la única organización que entendemos que representa los intereses de la izquierda, en este caso federal de IU, aquí en Euskadi.
¿Han cortado todos los puentes con los 'madracistas'?
Fíjate si estamos en un proyecto permanente de unidad que hemos hecho un acuerdo con doce fuerzas políticas a nivel del Estado. Si hay que lanzar un mensaje sobre aquellos que han decidido iniciar otro camino es que el proyecto federal de IU sigue abierto a todo el mundo que quiera formar parte del mismo. Pero, desde luego, de este proyecto y no de otro. Y el proyecto que eligió EB en su momento es que Mikel Arana es su coordinador, y la estrategia política es la que aprobaron en su propia asamblea y sus propios órganos. Esa es nuestra fuerza política en Euskadi dentro de los protocolos y las garantías establecidas en nuestras relaciones bilaterales.
¿Cómo se conjuga la autonomía de esas doce fuerzas políticas con su relación con IU? La de Ezker Batua no es la única fricción que se ha producido a nivel del Estado...
Esto no es una fricción, se trata de la apuesta de unidad democrática más amplia que ha hecho IU desde la transición. Hemos apostado por doce fuerzas de los movimientos verdes y de todo lo que tiene que ver con la ecología política, pero también tenemos partidos hermanos como ICV y acuerdos novedosos con fuerzas de carácter regionalista como el CHA en Aragón. Forjar esos acuerdos no es fácil porque hay que encajar muchos puntos de vista diferentes y respetar las identidades de esas organizaciones. Se trata de encajarlo todo en el modelo que defendemos, que es el Estado federal. Nos encontramos con todas las fuerzas que se declaran de izquierdas en nuestro país y que no tienen más fronteras que las de los trabajadores y trabajadoras.
Se antoja una misión complicada.
Esto tiene sus complejidades pero no va a acabar el 20 de noviembre, va a continuar y el objetivo último es conseguir esa gran alianza, respetando las propias identidades y conviviendo las distintas federaciones en torno a esa idea común. Cuando el capitalismo se concentra más, cuando la globalización ha permitido que el poder se haya concentrado en menos manos, cómo podemos hablar de dividir más las fuerzas de izquierda. Tenemos que hacer frente a todo ello, y eso se consigue sumando, no dividiendo.
Ezker Batua ha rehusado presentarse al 20-N para no enfrentarse con IU. ¿Era imposible una confluencia electoral de ambas?
Desconozco la concreción interna de la situación en Euskadi, es una cuestión que compete a los compañeros en su federalidad y soberanía.
¿Cuál es el mayor reproche que hace a los 'madracistas'?
No vengo a hacerles ningún reproche, vengo a animar a la gente a que se sume a un proyecto alternativo de la izquierda federal. Que toda la izquierda en el Estado nos podamos unir con un proyecto identitario en el que coincidamos frente a las políticas de recortes y a todo lo que está cayendo. Pero, desde luego, hay que respetar la democracia interna de las organizaciones. Y eso supone que la mayoría tiene razón. Aquí se configuró una mayoría determinada democráticamente hablando y por tanto hay que aceptarla.
¿No tiene ningún mensaje que trasladarles?
Cuando alguien no consigue el poder que quiere, debe tener la virtud y la humildad de dar un paso atrás y dejar que otras propuestas puedan seguir su camino siempre dentro de los límites democráticos. Hay que aceptar la democracia y los proyectos personalistas no pueden formar parte de un modelo colectivo y de una democracia en la que todos somos partes que sumamos. Nadie puede estar supeditado a ningún interés particular en ningún momento concreto.
Una reciente encuesta del CIS arrojaba que los ciudadanos suspenden por primera vez a la monarquía. ¿Cómo valora este hecho?
Es positivo porque la normalidad llegará algún día plenamente a España y tendremos un jefe del Estado elegido por los ciudadanos y ciudadanas, como debe ser. Yo he dicho siempre que a España la han hecho más juancarlista que monárquica, y creo que cada día está más cerca que tengamos una república con todo lo que eso conlleva, los valores que emanan de ese concepto republicano del Estado. Cada vez más una mayoría ciudadana, especialmente la gente más joven, está decidida a que podamos tener la tercera república española.
"Ningún proyecto puede estar sujeto a un interés particular"
Lara sostiene un cuadro con un lema electoral de su partido.
"Cuando alguien no consigue el poder que quiere, debe tener la virtud y la humildad de dar un paso atrás"
"A España la han hecho más 'juancarlista' que monárquica, y cada vez está más cerca la tercera república"