MADRID. Dice Otegi en la carta que ha remitido desde la prisión de Logroño donde se encuentra internado que "la izquierda abertzale se comprometió a traer la parte de la paz que nos correspondía y hemos cumplido".

El dirigente vasco reconoce que la tarea "no ha sido sencilla", sino "tenaz, difícil y llena de dificultades" y para conseguirlo, afirma, "hemos tenido que convencer a nuestros cuadros y militantes de la necesidad de adoptar una estrategia mas eficaz para conseguir nuestros objetivos políticos".

Para ello, lo que debían hacer, dice, era "sustituir una estrategia de carácter político militar por una estrategia que se desarrolla única y exclusivamente por las vías pacificas y democráticas".

Señala que han tenido que tomar también las medidas necesarias "para blindar" el proceso "ante las embestidas de un Estado al que ni interesaba ni interesa el cambio de escenario".

En ese sentido, afirma: "nos detuvieron, encarcelaron y condenaron (...) y ahora tratan de cavar nuevas trincheras.(...) Ahora como los unionistas de Irlanda hablan de disolución...Esta es una actitud ciertamente inmadura y refleja el miedo que existe al nuevo escenario, pero sencillamente se acabarán las excusas".

Para Otegi, ahora "toca resolver las consecuencias del conflicto" y en este sentido se felicita de que el lehendakari Patxi López "plantee para la futura convivencia la necesidad de memoria, justicia y verdad", pero añade que debe ser "toda la verdad, toda la memoria y toda la justici".

Señala también que habrá que abordar "las causas del conflicto" y para ello propone "la aceptación y el respeto por parte de todos los protagonistas políticos, sociales y sindicales, lo que decida la ciudadanía vasca sobre su futuro político e institucional".

"La izquierda abertzale se comprometió a traer la parte de la paz que nos correspondía y hemos cumplido, pero para que la paz sea completa corresponde ahora al Estado hacer desaparecer de nuestro pueblo todas las conculcaciones de los derechos civiles, políticos y humanos que todavía siguen vigentes".

Tras mostrar su respeto "a todas y todos los que han sufrido y sufren las consecuencias de la violencia" y dar un "emocionado recuerdo a todas las compañeras y compañeros que no podrán disfrutar de este momento" se despide con un "sonreír, ahora... a ganar".

Arnaldo Otegi, ex dirigente de Batasuna, está encarcelado en la prisión de Logroño y fue condenado el pasado 16 de septiembre a diez años de prisión por la Audiencia Nacional por un delito de integración en banda armada por intentar reconstruir la formación ilegalizada a través del grupo Bateragune.