MADRID. En los próximos dos años está previsto un aumento de cerca de 1.200 plazas en cárceles del País Vasco y Navarra debido a la construcción de tres nuevas cárceles en Nanclares --ya inaugurada-, Martutene (Guipúzcoa) y Pamplona, que vendrán a sustituir y ampliar las ya existentes en esas mismas localidades.
A diferencia de procesos anteriores, el Colectivo de Presos de ETA ha ejercido un papel protagonista en los últimos meses, sobre todo a raíz del comunicado del pasado 23 de octubre en el que se sumaban al Acuerdo de Gernika en el que, entre otras cosas, se pedía un alto el fuego definitivo a ETA.
El EPPK (siglas en euskera de Euskal Preso Politikoen Kolektiboa) se pronunció así después de meses de debate en las cárceles, donde se fue imponiendo la postura a favor de la apuesta por vías exclusivamente políticas planteada, primero en Alsasua --noviembre de 2009-- y rematada luego con el documento 'Zutik Euskal Herria'.
No obstante, en su comunicado de consenso, el EPPK enmendaba ese texto aprobado en septiembre de 2010 en Gernika, especialmente en el apartado que afectaba a los beneficios penitenciarios. Los firmantes de aquel acuerdo, entre los que se encuentran los partidos que integran Amaiur, abrían la puerta por primera vez a que los presos de ETA se acogiesen a los beneficios contemplados en la Ley Penitenciaria, una cuestión vetada históricamente por ETA a sus presos debido a que consideraban esas medidas propias de presos comunes.
EXIGEN AL GOBIERNO UNA "AMNISTÍA COMPLETA"
Precisamente el EPPK mantuvo esa reivindicación de "estatus político" en su último comunicado y rechazó la posibilidad de acogerse a beneficios penitenciarios. Desestimando la propuesta de soluciones individuales planteada en Gernika, el Colectivo de Presos exige al Gobierno una solución en bloque para todos que pase por una "amnistía completa". De este modo, marcan distancias con los presos que cumplen condena en la cárcel alavesa de Nanclares de la Oca, que hace años rompieron con la férrea disciplina de la banda en prisión y algunos de ellos gozan de beneficios penitenciarios e incluso salen a diario de prisión.
Fuentes de la lucha antiterrorista advierten, no obstante, de que una cosa es lo que piensen los presos en las cárceles españolas y otra la opinión de los presos etarras en Francia donde el debate no ha sido tan fluido ni era tan mayoritaria la opinión de dejar la violencia. En los centros galos se encuentran pesos pesados de la organización, incluidos varios de sus últimos cabecillas como 'Txeroki', 'Thierry', Mikel Antza o Carrera Sarobe, entre otros.
Desde el Gobierno niegan la posibilidad de una amnistía y entre otras cuestiones alegan que es una medida prohibida por Ley. No obstante, la política de dispersión recae en exclusiva sobre el Ejecutivo y, concretamente, sobre Instituciones Penitenciarias. De este Departamento dependen los alejamientos y los acercamientos que se han aplicado en los últimos años en el marco de la estrategia de dividir al colectivo.
Las fuentes consultadas recuerdan que la dispersión comenzó a aplicarse para evitar que las estructuras jerárquicas de la banda se reprodujesen en prisión, por ello del mismo apuntan a que en caso de que la banda se disolviese, la separación de los etarras en distintas cárceles dejaría de tener sentido. Esto no significaría la aplicación de beneficios peniteniarios como salidas de prisión para la que los presos debería cumplir una serie de requisitos como se exige en la actualidad, según las mismas fuentes.
En este sentido, podrían ser determinantes la construcción entre este año y 2013 de tres cárceles en el País Vasco y Pamplona que va a permitir ampliar la capacidad carcelaria. La primera en ser construida y ya inaugurada es la nueva cárcel de Nanclares de la Oca (Álava) que tiene capacidad para unas 1.000 plazas, según fuentes de instituciones penitenciarias. En los próximos meses comenzarán a llegar a ese penal los 594 reclusos que actualmente llenan el antiguo centro penitenciario situado en la misma localidad alavesa.
La segunda cárcel en ser inaugurada será la de Pamplona, cuya construcción aún se encuentra en el proceso de movimiento de tierras, según las fuentes consultadas. El actual centro penitenciario de la capital Navarra alberga a 248 presos, pero el nuevo penal tendrá capacidad para unos 700 presos. La tercera en ser construida será la nueva cárcel de Martutene (Guipúzcoa), prevista para 2013, que también tendrá capacidad para otras 700 plazas, casi 400 más que la actual en la que cumplen condena 293 presos. Además en Vizcaya se encuentra la cárcel de Basauri en la que se encuentran recluidos 170 presos.
LOS DATOS DEL COLECTIVO
Sólo en España hay en la actualidad 560 presos, de los cuales 81 son mujeres. De esta cifra 438 están condenados ya por la Audiencia Nacional mientras que los 121 restantes se encuentran en situación preventiva a la espera de una sentencia firme, según fuentes jurídicas.
Un total de 337 presos etarras se encuentran en la cárcel en régimen cerrado (Primer Grado), 181 en Régimen Ordinario (Segundo Grado) y tan sólo hay cuatro casos de Régimen Abierto (Tercer Grado) concedidos entre 2007 y 2010. Uno de estos casos se debe a que el preso sufre una enfermedad muy grave de carácter incurable, según los mismos datos.
Por su parte, sólo en el País Vasco hay actualmente 38 presos de ETA de los cuales, apenas hay uno en régimen de Tercer Grado y 14 en Segundo Grado. Por su parte, diez de ellos disfrutan de una situación de privilegio en virtud de la aplicación del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario por la que cumplen su condena en casa controlados con una pulsera telemática.
En virtud de este mismo artículo hay otros nueve presos que pueden abandonar a diario la prisión durante unas horas --excepto los fines de semana-- debido a su evolución positiva en prisión. Entre ellos se encuentran históricos terroristas como José Luis Alvarez Santacristina, alias 'Txelis', Andoni Muñoz o Iñaki Rekarte, entre otros.