vitoria. La Audiencia Nacional decretó ayer la libertad provisional para el preso de ETA Ibon Iparragirre, actualmente ingresado en el vizcaíno hospital de Basurto. La situación de Iparragirre, gravemente enfermo de sida, había generado la movilización de varios partidos políticos, que exigían su puesta en libertad por motivos humanitarios, pero la excarcelación no se podía producir porque aún tiene una causa pendiente por un atentado con coche bomba contra la comisaría de la Ertzaintza de la localidad de Ondarroa.

La decisión del tribunal presidido por el juez Javier Gómez Bermúdez de decretar la libertad condicional por esta causa permite, ahora sí, que la Junta de Tratamiento de la cárcel de Basauri, adonde fue trasladado desde Sevilla en agosto como consecuencia de su precario estado de salud, pueda solicitar la aplicación del artículo 100.2 del Código Penal por la otra condena firme que tiene pendiente. Así, el preso podría cumplir su condena en su domicilio, sometido a vigilancia telemática.

Iparragirre, presunto líder del comando Ttonttor de ETA, fue condenado a tres años de prisión el pasado mes de mayo por la colocación de una bomba en la sede del PSE en Elgoibar el 20 de abril de 2008, y en septiembre la Audiencia Nacional sumó otros ocho años por dos atentados cometidos en mayo de 2008 contra la maquinaria de la empresa Amenabar, que trabaja en las obras del TAV. La primera condena es la firme, y la segunda está recurrida por la defensa del recluso, por lo que no existe aún orden de prisión al respecto.

En su resolución de ayer, el Juzgado Central Número 6 de la Audiencia Nacional decreta la libertad provisional de Iparragirre atendiendo a su grave estado de salud, al tiempo que lleva privado de libertad -casi dos años-, al estado del procedimiento, con el sumario por el atentado de Ondarroa aún sin concluir; y a que ya cumple condena por la bomba de Elgoibar.

Iparragirre fue detenido el 26 de enero de 2010 en la que fue la primera operación antiterrorista de la Ertzaintza con el Gobierno de Patxi López, y su caso, al tratarse de un paciente de sida cuyas defensas han bajado a niveles mínimos tras su ingreso en prisión, ha movilizado a todo el arco político nacionalista. Ayer mismo, antes de conocerse la decisión, los partidos firmantes del Acuerdo de Gernika trataron de visitar al preso en Basurto, y PNV, EA, Aralar y Ezker Batua solicitaban de forma paralela en el Parlamento su excarcelación. La salida de prisión de los presos gravemente enfermos es una de las reclamaciones, junto a la derogación de la doctrina Parot, de los partidos y sindicatos que rubricaron el pacto de Gernika.

condena a guardias civiles Por otro lado, el Tribunal Supremo deliberará el próximo 20 de octubre a puerta cerrada sobre la sentencia de la Audiencia de Gipuzkoa que condenó a cuatro guardias civiles por torturar a los miembros de ETA Igor Portu y Mattin Sarasola cuando fueron detenidos en la localidad guipuzcoana de Arrasate el 6 de enero de 2008. El alto tribunal estudiará los recursos de casación interpuestos tanto por el Ministerio Fiscal y los cuatro agentes condenados como por Portu y Sarasola, quienes fueron condenados en mayo del pasado año a 1.040 años de cárcel por el atentado contra la terminal T-4 de Barajas.