Madrid. La comisión de historiadores y juristas impulsada por el Gobierno para estudiar el futuro del Valle de los Caídos plantea en sus conclusiones preliminares la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco y su entierro junto a la tumba de su mujer en el madrileño cementerio de El Pardo. Según informaba ayer El Periódico, esta propuesta figura en un informe de una de las subcomisiones de la comisión de expertos y aún no tiene el rango de conclusión definitiva, ya que debe ser analizada en el seno de la comisión central.
Esta comisión, que recibió el visto bueno del Consejo de Ministros el pasado mes de mayo, está compuesta por trece miembros y su cometido es elaborar un informe sobre las actuaciones en el Valle de los Caídos, en el que yacen los restos registrados de 33.833 personas, víctimas de uno y otro bando de la Guerra Civil.
La exhumación de los restos de Franco, que contaría con el beneplácito de algunos de sus descendientes, tendría el objetivo de evitar el rechazo que produce la tumba del dictador a los familiares de los republicanos allí enterrados. El grupo de expertos se plantea también reubicar la tumba del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, situada junto a la de Franco dentro de la basílica, aunque sin sacarla del área del Valle, dado que se le considera uno de los caídos de la Guerra Civil al haber sido ejecutado por el bando republicano.
Para evitar polémicas en periodo electoral, la comisión de expertos va a pedir al Gobierno un poco más de tiempo para elaborar su informe, inicialmente previsto para finales de este mes, con lo que el contenido definitivo de su informe no se conocerá hasta después del 20-N.
Ante la confirmación ayer de que las conclusiones preliminares de este trabajo recomendarán sacar los restos de Franco de su actual tumba, la Asociación para la defensa del Valle de los Caídos denunciaba en un comunicado la "utilización con fines claramente electoralistas" que se está haciendo del Valle. Para esta asociación la "comisión de expertos" nombrada por el Gobierno "carece de objetividad alguna" y la única persona que puede decidir el lugar de descanso del dictador es su hija Carmen Franco.