Vitoria. El diputado alavés Emilio Olabarria compareció ayer ante la prensa para "dar cuenta" del trabajo realizado por el PNV en las Cortes españolas. "No quiero que se dé a este acto una dimensión preelectoral" dijo, aunque a estas alturas, con la carrera hacia el 20-N ya lanzada, se mostró consciente de que todo lo que se mueva en política pasa ya por este rasero. El representante jeltzale centró su resumen de la legislatura que ahora acaba en destacar los logros de su grupo en estos cuatro años. En cifras, 18 competencias que dejan casi completo el Estatuto de Gernika y casi 46 millones y medio arrancados a golpe de negociación presupuestaria con el Ejecutivo Zapatero y que se han traducido en el impulso de proyectos como el del coche eléctrico, la red de comunicaciones del territorio o la recuperación y mejora del patrimonio histórico de diversos municipios. "Por lo simbólico" de las cifras -dijo mirando de reojo al 20-N-, Olabarria retrató también el bagaje de los representantes alaveses de PP y PSE comparándolo con el suyo. Así, destacó cómo a él le contemplan 455 intervenciones, por las 23 del popular Alfonso Alonso y las tres de Ramón Jáuregui, a los que reprochó una "una penosa dejación" de la defensa de los intereses de Álava.
Ante la "dejación" y la "incógnita" "Seguir defendiendo los intereses alaveses es y será la esencia y la vocación del PNV", reivindicó. Y, consciente de que "estas van a ser una elecciones difíciles", presentó esta hoja de servicios también frente a su inminente rival en el campo abertzale; una Amaiur a la que criticó por su "falta de programa" y por la "inconcreción" de un proyecto que, advirtió, incluso puede "banalizar", y por tanto dañar, la defensa del derecho a decidir, que pidió que se gane en Euskadi ante la "manifiesta imposibilidad" de hacerlo en Madrid.