el cairo. Miles de personas se manifestaron ayer en Egipto para protestar contra la reciente ley electoral aprobada por la junta militar y pidieron el fin de la Ley de Emergencia, una de las principales reivindicaciones del movimiento revolucionario. Bajo el lema La recuperación de la revolución, la marcha más multitudinaria se volvió a registrar en la plaza cairota de Tahrir, donde abundaron los carteles contra el nuevo sistema electoral y el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que dirige Egipto desde la renuncia del presidente Hosni Mubarak, en febrero pasado.
Decenas de fuerzas políticas de distintas tendencias del país árabe, a excepción de los Hermanos Musulmanes, participaron en la concentración para rechazar la normativa electoral fijada esta semana ya que, consideran, ésta puede abrir sus puertas del Parlamento a responsables del anterior régimen.
Entre los aspectos que han despertado más polémica, están la elección por listas abiertas de un tercio de la cámara baja del Parlamento y la prohibición de que los partidos compitan por estos escaños individuales, así como la falta de regulación para impedir la vuelta de antiguos miembros del ya disuelto Partido Nacional Democrático, de Mubarak.
Los manifestantes también reclamaron un cronograma que garantice el rápido traspaso del poder a un consejo civil, el fin de los juicios militares a civiles y la derogación de la Ley de Emergencia, dijo Ramy al Sewisy, portavoz del Movimiento juvenil 6 de Abril, uno de los convocantes de la concentración. La junta militar endureció la aplicación de esta norma, vigente desde 1981, después de los altercados ocurridos el pasado 9 de septiembre frente a la embajada de Israel en El Cairo, donde murieron tres personas y más de mil resultaron heridas. Entre quienes protestaron a pie de calle estuvieron algunos candidatos presidenciales como Ayman Nur (del partido liberal Al Gad), el intelectual islámico Mohamed Selim al Awa o la aspirante femenina Buzeina Kamel.
Numerosos partidos, entre los que figuran liberales, izquierdistas, laicos y hasta salafistas, han amenazado con boicotear los comicios legislativos, que se espera comiencen el próximo 28 de noviembre, si la junta electoral no revisa la ley electoral. Los Hermanos Musulmanes también estarían dispuestos a sumarse al boicot electoral pero se abstuvieron de participar en la marcha de ayer porque han dado a la junta militar un plazo hasta hoy domingo para que rectifique el contenido de la citada ley antes de tomar cualquier decisión. El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, por su parte, volvió a advertir de que cualquier disturbio durante las manifestaciones sería responsabilidad de sus organizadores. Un grupo de manifestantes se dirigió a la sede del Ministerio de Defensa, lo que fue rechazado por otros activistas que quieren evitar cualquier respuesta de las fuerzas egipcias. Como viene siendo habitual en las marchas de los viernes, los accesos a la plaza de Tahrir fueron cortados al tráfico y controlados por voluntarios civiles, mientras que en ciudades como Alejandría, Suez o Port Said hubo protestas similares.