madrid. El candidato del PSOE para las elecciones del 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba, prometió ayer que no congelará las pensiones ni reducirá el gasto público en Sanidad ni en Educación si es elegido presidente del Gobierno. Estas declaraciones fueron inmediatamente respondidas desde las filas del Partido Popular, que en boca de su vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, aseguraron que si son ellos quienes gana las elecciones, se comprometen "perfectamente a no volver a congelar las pensiones" durante 2012, aunque, eso sí, no confirmaron que para ello tengan decidido cambiar los Presupuestos prorrogados.
No obstante, Pons, en línea con su líder de partido, Mariano Rajoy, no quiso mojarse en exceso sobre las intenciones de su candidato y señaló que la decisión final de alterar algunas partidas presupuestarias mediante la vía del decreto dependerá de la situación económica de finales de año y de primeros de 2012. Lo mismo que dijo hace dos días Mariano Rajoy.
Rubalcaba, por su parte, mostró también su compromiso ante los electores de no subir los impuestos a las rentas del trabajo, aunque estudia, según precisó, hacer algún ajuste en las rentas del capital.
Según explicó el candidato socialista, el planteamiento del PSOE es seguir luchando contra el déficit público para cumplir los objetivos de consolidación fiscal pactados en la UE, pero teniendo en cuenta que hay unas "líneas rojas" que los socialistas no están dispuestos a traspasar: la sanidad y la educación públicas.
Con esa premisa, su compromiso para reducir el déficit y llegar al 3% en el 2013 pasa por aumentar los ingresos, ahorrar y luchar contra el fraude fiscal. Precisamente para aumentar los ingresos planteó hace unas semanas recuperar el impuesto de patrimonio o imponer una tasa a los bancos, y también está analizando con su equipo otras fórmulas, que quiso desvelar, entre las que podría encontrarse establecer algún ajuste a las rentas del capital.
"Habrá más sectores sociales a los que pidamos un esfuerzo", insistió, para dejar claro a continuación que serán "impuestos selectivos" que no afectarán ni a las clases medias ni a las rentas del trabajo.
Estas declaraciones le valieron al candidato socialista un contundente ataque por parte del PP. González Pons manifestó en una rueda de prensa posterior a la de Rubalcaba "la hipocresía, la falta de rigor y las mentiras" de "Alfredo Manostijeras", pues "con su dedo", cuando era ministro y vicepresidente primero, "votó a favor de bajar las pensiones, los sueldos de los funcionarios y de eliminar el cheque-bebé". Ahora que es candidato, según Pons, "con ese mismo dedo quiere defender los derechos sociales", los mismo derechos que "ha guillotinado", concluyó.
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, explicó que está estudiando "privatizaciones" de empresas públicas y recetó "prudencia" al PP en sus críticas al Govern, porque si Mariano Rajoy gobierna tras el 20N se verá obligado, vaticinó, a aplicar duros recortes e incluso subir algún impuesto.