washington. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se mostró ayer conciliador después de que el presidente palestino, Abbas, pidiera a la ONU que aceptaran a Palestina como el Estado 194 de la organización y manifestó su intención de dialogar con los palestinos para conseguir una "paz justa y duradera" en Oriente Próximo, durante un discurso en la ONU en el que llegó a proponer al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, una reunión inmediata en Nueva York, pero en el que también defendió el control de Israel en territorios tomados en 1967.

"Extiendo mi mano al pueblo palestino para una paz justa y duradera. Nuestro deseo de paz nunca mengua", declaró el primer ministro ante la Asamblea General de Naciones Unidas, el mismo foro en el que poco antes Abbas había confirmado que había solicitado la plena integración de Palestina como Estado miembro de la ONU.

"Israel ha extendido su mano durante 63 años. En nombre del Estado y del pueblo de Israel, extiendo mi mano hoy", proclamó el primer ministro, a lo largo de un texto en que el que planteó incluso una reunión inmediata entre él y Abbas. "Reunámonos hoy mismo", expuso, en una ferviente defensa de la vuelta a las conversaciones.

"No he venido a recibir aplausos, sino para decir la verdad: que Israel quiere la paz, que yo quiero la paz, pero solo a través de negociaciones directas. La verdad es que los palestinos se han negado a negociar la paz, y la verdad es que eso no debería pasar", añadió, para señalar durante otra parte de su declaración que "los palestinos quieren un Estado sin paz". "No dejéis que esto ocurra", sentenció.

lieberman, poli malo Mucho menos conciliador se mostro el ministro de exteriores israelí, Avigdor Lieberman, quien calificó el discurso del presidente palestino en la ONU, Mahmud Abás, de "muy duro" y apreció en su contenido una "incitación" a la violencia.

"Es un discurso de incitación que no había visto nunca en Abás", dijo Lieberman "Lo interesante -agregó- es que ha recordado a los países árabes y ni ha mencionado a Estados Unidos. Ha sido un paso hacia atrás, hacia su lado más oscuro".

Según Lieberman, que se salió de la sala antes de comenzar Abás a hablar, el haber recordado a Yaser Arafat en tres ocasiones es "volver al espíritu" del fallecido líder palestino, en quien Israel veía a un terrorista sin vocación negociadora, en contraste con el actual líder de la ANP.