Los principales líderes afganos dieron ayer su adiós en Kabul al expresidente Burhanudín Rabbani, asesinado por un terrorista suicida, en un funeral durante el que el actual presidente, Hamid Karzai, refrendó su apuesta por la paz. "La sangre de las víctimas de la libertad nos obliga a proseguir el esfuerzo por la paz", dijo en una breve alocución Karzai, flanqueado por sus dos vicepresidentes, Mohamed Fahim y Abdul Karim Khalili. Rabbani, expresidente afgano pero también antiguo muyahidín con particpación directa en las guerras civiles que ha sufrido el país, era en la actualidad el encargado de negociar con los talibanes y sus afines.