DONOSTIA. Miles de personas secundaron ayer a la convocatoria de la iniciativa Egin Dezagun Bidea, y las calles de Donostia para pedir un cambio en la política penitenciaria en vigor en el Estado español y en defensa de lo derechos de los presos. La lluvia y el mal tiempo, que no dio tregua durante todo el recorrido, no fue obstáculo para la celebración de una multitudinaria marcha.

La manifestación partió desde el túnel del Antiguo pasadas las 17:30 horas, bajo una persistente lluvia, tras una pancarta con el lema Eskubide guztiekin euskal presoak Euskal Herrira (Los presos vascos a Euskal Herria con todos los derechos). Momentos antes del arranque de la marcha, dotaciones de la Ertzaintza personadas en el lugar procedieron a retirar diversas banderolas que pedían el acercamiento de los presos a las cárceles vascas colgadas en Miraconcha. Fueron los únicos incidentes de la movilización.

Entre los manifestantes se encontraban, representando a Eusko Alkartasuna, el secretario general, Pello Urizar; la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, Lohitzune Txarola; y la diputada de Cultura y Deportes de este territorio, Ikerne Badiola. En representación de Alternatiba acudió su portavoz, Oskar Matute.

La delegación de la izquierda abertzale, mientras tanto, la componían, entre otros, Rufi Etxeberria, Maribi Ugarteburu, Jone Goirizelaia y Eugenio Etxebeste Antxon. Otras formaciones políticas, como Aralar y Abertzaleen Batasuna, también apoyaron a la marcha.

En el ámbito sindical, estuvieron presentes el secretario general del sindicato ELA, Adolfo Txiki Muñoz, así como de diversos representantes de LAB, Hiru, EHNE, ESK y STEE-EILAS. También se personó en la movilización el ex secretario general de LAB, Rafa Díez Usabiaga, condenado el viernes por la Audiencia Nacional a diez años de prisión en relación al denominado caso Bateragune. Amaia Esnal, absuelta en la misma causa, también participó en la movilización.

Momentos de antes de iniciarse la protesta, la portavoz de la izquierda abertzale Maribi Ugarteburu atendió a los medios, y afirmó que la política penitenciaria constituye "el ejemplo más grave de la actitud de inmovilismo y de esperpento que lleva adelante el Estado español", al que exigió que libere a los presos enfermos y a los que han cumplido sus condenas "y las han visto alargadas" a través de la llamada doctrina Parot.

Pello Urizar, por su parte, resaltó la "petición clara por parte de la sociedad vasca para que haya pasos en el sentido de una situación de normalización política completa y de paz", pero advirtió de que el Estado español está dando "pasos atrás, en lugar de darlos hacia adelante".

Durante el recorrido, que discurrió por La Concha, la calle San Martín, Paseo de los Fueros y Boulevard para desembocar en las cercanías del Ayuntamiento donostiarra, los manifestantes profirieron gritos en favor del traslado de los presos al Euskal Herria y de su excarcelación. Gritos como Euskal presoak etxera, o Presoak kalera, amnistia osoa retumbaron una y otra vez durante la celebración de la manifestación.

Cuando los manifestantes alcanzaron el Boulevard, dos representantes de la plataforma convocante leyeron, en euskera y castellano, un comunicado en el que denunciaron la "cruel realidad" que padece el colectivo de presos políticos vascos, que constituye, a su juicio, "la mayor violencia política de Europa".

Los portavoces de Egin Dezagun Bidea, además, anunciaron para el próximo mes de enero "la mayor movilización que ha habido nunca", para lo que pidieron a los asistentes que se organicen y que unan sus fuerzas: "Tenemos suficiente fuerza y energía, la clave está en la organización y la movilización. Si unimos nuestras fuerzas, en enero haremos la mayor movilización que se ha visto nunca".