vitoria. El Gobierno Vasco no prevé meter más la tijera sobre las directrices presupuestarias del año que viene. Al menos por el momento, ya que según explicó ayer su portavoz, Idoia Mendia, ante un escenario tan "complicado" como el actual la cautela debe guiar todos los pasos de las administraciones públicas.
El Gabinete López aprobó antes de las vacaciones unas directrices económicas destinadas a dirigir la elaboración del proyecto presupuestario de 2012 que preveían una disminución del gasto no financiero del 2%, una bajada de los gastos de funcionamiento del 5% y una nueva emisión de deuda pública de en torno a los 1.190 millones. El escenario ha seguido torciéndose desde entonces, pero "de momento", según explicó Mendia, las directrices "no han cambiado" y, de hecho, no será fácil que lo hagan por dos motivos. El primero, que el Gobierno Vasco no quiere cruzar la linea roja del programa socialista extendiendo los recortes al servicio público. El segundo, que cada vez encuentra "más difícil" ajustar los gastos corrientes porque, según Mendia, ya están apurados "al máximo". "Este Gobierno ha hecho un esfuerzo ímprobo para prescindir de aquello que no es necesario y poder así dar preferencia a los gastos sociales, que son prioritarios", explicó la portavoz, que también apostó por mantener las ayudas a familias y empresas con problemas de liquidez.
el tercer trimestre En cualquier caso, Mendia subrayó que es necesario conocer los datos que refleje finalmente el tercer trimestre, que se antojan bastante poco alentadores, para conocer de manera más certera" el estado de la cuestión y perfilar así el borrador que aprobará el Ejecutivo de cara a 2012.
El camino hacia los presupuestos de 2012 se iniciará a finales de octubre con la aprobación en Consejo de Gobierno del anteproyecto que será enviado al Parlamento, cuando el Consejo Vasco de Finanzas haya establecido el techo presupuestario y se conozcan los últimos datos de recaudación. En este sentido, siguiendo la linea del PSE sobre la reforma fiscal, Mendia subrayó que Euskadi "necesita una nueva fiscalidad para sostener los servicios públicos", por lo que llamó a hacer "un esfuerzo solidario, equitativo, y proporcional a los ingresos de cada persona".