Trípoli. La caída del régimen de Muamar el Gadafi ha dejado un gran vacío en Libia. La tarea del Consejo Nacional de Transición es ahora crear unas instituciones de poder sólidas y transparentes desde la base. Y es que el Estado personalista del coronel Gadafi funcionó durante 42 años con estructuras secretas despóticas y oscuros comités populares. Ayer, el Gobierno insurgente comenzó a trabajar en esta tarea: de los colegios ya se están retirando todos los retratos de Gadafi o los símbolos de su gobierno, mientras que los mandos militares insurgentes anunciaron la fusión de las unidades militares sublevadas y las fuerzas rebeldes para crear un nuevo Ejército Nacional libio cuya misión será garantizar la seguridad del país.

En una rueda de prensa en un hotel de la capital libia, el general Omar al Hariri, miembro del CNT, pidió paciencia a los libios y prometió que en un "breve espacio de tiempo" habrá nuevos soldados profesionales en las calles. "No existe diferencia alguna entre las fuerzas rebeldes y el Ejército Nacional. Gran parte del Ejército ha estado con los rebeldes desde el principio. Todos han luchado en el mismo bando y ahora van a seguir unidos", afirmó el general. "El objetivo ahora es crear un nuevo Ejército Nacional con todas las fuerzas para garantizar la seguridad del país, la constitución de la democracia y el respeto de los derechos humanos de la nueva Libia", agregó.

El general explicó que el ex hombre fuerte de Libia, Muamar Gadafi, debilitó el Ejército Nacional y creó diferentes unidades para su propia defensa y para la defensa de su familia, y marginó a otras, en particular las del este del país. "Estoy aquí para decirles que el Ejército Nacional existe y muy pronto estará de vuelta en todas las calles del país", resaltó, aunque admitió que, pese a la gran cantidad de voluntarios de todas las edades que se han sumado al alzamiento, las nuevas Fuerzas Armadas libias carecen aún del nivel de profesionalidad necesaria. "Necesitamos tiempo. Ya no somos un país de 60 años, somos un país de cero años que tiene que crecer. En los últimos seis meses ha venido mucha gente y se ha trabajado en formarlos y en muy poco tiempo habrá nuevos soldados en la calle", insistió. A este respecto, precisó que no todos las fuerzas rebeldes serán integradas en el Ejército, sino que el objetivo es atraer a profesionales especializados.

El dinero Los millones de Gadafi volverán pronto a Libia y el país los necesita con urgencia, pero muchos libios y la comunidad internacional se preguntan si las autoridade rebeldes serán capaces de gestionar adecuadamente esos recursos. En todo el mundo se identificaron bienes por unos 110.000 millones de euros en posesión del clan Gadafi y del Estado libio, de los que alrededor de 10.000 han sido ya desbloqueados, según informó el jueves el presidente francés, Nicolás Sarkozy.

En Libia sobran cosas en las que emplear el dinero: decenas de miles de funcionarios en Trípoli y otras zonas liberadas del dominio de Gadafi llevan meses sin cobrar sus sueldos, en los hospitales faltan medicamentos y en la capital escasea el suministro de agua. También hay que gestionar el desarme de miles de insurgentes. Pero, ¿a quién irá primero el dinero? El interlocutor de la comunidad internacional es el CNT presidido por Mustafa Abdel Jalial. Su Gobierno tiene sede en Bengasi y solo unos pocos ministros se han dejado ver hasta ahora en Trípoli, aunque todo parece indicar que el nuevo gobierno se asentará también en la capital. Ayer, comenzaron a notarse los primero signos de una administración urbana: efectivos de limpieza municipales, principalmente inmigrantes africanos que limpiaban la plaza de los Mártires (la antigua plaza Verde) para el rezo musulmán del viernes. En la cercana calle tripolitana de Omar Muchtar, el chatarrero Lofti Amal instaló de nuevo su contenedor junto a la acera. Pero aún no está tan claro que la lluvia de dinero inminente sea una bendición sin peros para el país: "El dinero debe gastarse de forma razonable", apuntó Robert Malley, director del International Crisis Group.