Donostia. Al igual que hizo el año pasado en el Consejo de Gobierno que se suele celebrar en el Palacio Miramar y supone el arranque del curso político, el lehendakari, Patxi López, sacó ayer músculo. Si en aquella ocasión fue a cuenta de la disputa de las competencias que PNV y PSOE tenían en Madrid -con el PSE como convidado de piedra-, este año ha sido la posibilidad, cada vez más próxima, del final de la violencia.

López insistió en que es su Gobierno quien "ha liderado una política que nos ha traído hasta aquí. Y la ha liderado con el conjunto de las instituciones y la sociedad vasca". El lehendakari sentenció que "este verano ha sido una clara frontera entre el pasado y el futuro de una sociedad sin violencia terrorista", en alusión a la ausencia de incidentes de kale borroka en las fiestas de las localidades.

El dirigente socialista cree que "ya no hay vuelta atrás" en la "privatización de los espacios públicos". Ahora, según López, "por primera vez, todas las calles de Euskadi han sido conquistados para la libertad ciudadana".

"Reconocer la responsabilidad" De todos modos, el lehendakari recordó que siguen existiendo "personas aferradas al pasado que se niegan a participar en la nueva Euskadi democrática". En este sentido, afirmó que es "la izquierda abertzale la que tiene que reconocer la responsabilidad de ese pasado y la que se tiene que mover, para hacer que ETA desaparezca definitivamente".

En lo que no ha habido esa tranquilidad que López destacaba de las calles es en torno a Bildu y la normalización política. Fue el propio PSE quien, en boca de Javier Rojo, amagó con una moción de censura contra el Gobierno foral presidido por Garitano tras sus declaraciones en la Universitat Catalana d'Estiu y las víctimas de ETA.

Para López, el "culebrón de verano" que supone la "utilización de la coalición soberanista o de la situación en Euskadi por parte de algunos dirigentes del PP" es "para intentar conseguir un puñado de votos. Jugar con este asunto no es lo que necesita ni la política vasca, ni la convivencia ni la concordia del País Vasco. Me gustaría que el PP le diera más protagonismo a los referentes del PP vasco que a otros".

El lehendakari descartó adelantar las líneas maestras del plan de pacificación que presentará en el Pleno de Política General que tendrá lugar en el mes de septiembre.

López afirmó que se está iniciando "el camino de un sueño muy esperado por todos, hacia una sociedad sin terrorismo. Una Euskadi libre de amenazas terroristas y plural que convierte en verdad cotidiana una sociedad de diferentes con derechos iguales".

El jefe del Ejecutivo quiso recordar que él "prometió dar prioridad total a lograr el fin del terrorismo". "Y lo estamos consiguiendo", sentenció, antes de pedir el "esfuerzo y la colaboración de todos", siendo "conscientes de la importancia del momento histórico que estamos viviendo".

López dijo tener "muchas razones para ser optimista", ya que afirmó conocer a la "ciudadanía vasca", cuya "inmensa mayoría quiere paz y libertad". La misma que, según reconoció, "está dispuesta a hacer un gran esfuerzo para lograrlos".

Economía y fiscalidad El apartado económico también tuvo un lugar destacado en el discurso del lehendakari. López defendió la "propuesta abierta" del nuevo modelo fiscal que ha trasladado a los tres diputados generales y que dará a conocer a los grupos parlamentarios en el Pleno de Política General. El lehendakari creyó posible un acuerdo fiscal y aseguró que esta es la "primera vez" que se plantea un debate sobre fiscalidad en Euskadi: "Hasta la fecha, los acuerdos fiscales eran algo opaco".

"Convencido" de que se va a demostrar que los vascos "sabemos acordar y pactar", abogó por hacer frente a "una preocupación general en todo el mundo" como es el fraude fiscal.

El lehendakari, que dos años y medio después de su elección hizo varias alusiones al Gobierno de Juan José Ibarretxe a cuenta del TAV o la Ley Municipal, declaró que su Ejecutivo ha afrontado la situación económica optando "por plantear la salida de la crisis como una oportunidad para mejorar y convertirnos en líderes económicos de nuestro entorno", fijando en la creación de empleo su prioridad.

Además, dejó entrever que el Gobierno revisará las previsiones de crecimiento de la CAV a la baja, aunque prefirió no aventurarse y esperar a datos como el de recaudación de agosto. López recalcó cómo una de las fortalezas de la economía vasca, la exportación a países punteros de la UE y EEUU, puede verse afectada, ya que dichos países "han ralentizado" su crecimiento económico, si bien el lehendakari consideró "prematuro" pronunciarse ante la revisión del dato en Euskadi.