En la búsqueda de la normalidad y la convivencia, y con ETA en tregua, el verano se antojaba como una prueba de fuego para verificar si la ausencia de episodios de violencia callejera se mantenía durante las fiestas de las capitales vascas. Así ha sido. Después de Sanfermines, las fiestas de la Virgen Blanca y las respectivas Semanas Grandes de Donostia y Bilbao, llega la hora de hacer balance y comprobar que los incidentes ocurridos durante la época estival se limitan a la exhibición de pancartas y carteles a favor de ETA y el acercamiento de los presos de la organización terrorista. El propio consejero del Interior, Rodolfo Ares, reconoció a este respecto que el impacto de la kale borroka "ha sido mucho menor que en años anteriores", aunque matizaba que "ha habido pintadas a favor de los presos etarras, sobre todo en los pueblos".
El verano mantiene la tónica registrada durante el resto del ejercicio, ya que en los primeros seis meses de 2011 se contabilizaron únicamente dos casos de violencia callejera, lo que supone un descenso del 91% respecto al año anterior.
Dentro de los incidentes relacionados con la exhibición de pancartas, uno de estos episodios se vivió el pasado 13 de agosto, durante el acto de inicio de las fiestas de San Sebastián, cuando un grupo de personas desplegó carteles y gritó consignas en favor de los presos de ETA. En la capital guipuzcoana también se colocaron diferentes carteles en la zona del puerto y del monte Urgull en los que se reclamaba el acercamiento de presos y se criticaba la construcción en el País Vasco de la línea ferroviaria de alta velocidad. Los partidos pidieron a Bildu, que gobierna ahora San Sebastián, que las quitara.
En el inicio de la Aste Nagusia de Bilbao y las fiestas de La Blanca también se exhibieron carteles con fotos de presos de ETA, pero su presencia fue menor que en anteriores ocasiones.
No obstante, el Departamento vasco de Interior sigue fiel a su política de "tolerancia cero" abanderada por Ares y abrió sendas investigaciones para identificar a sus autores y llevarlos a los tribunales, ya que esta actividad está penada por ley al tratarse de un acto de enaltecimiento del terrorismo que ofende a las víctimas. Respecto a las manifestaciones convocadas todos los años por diferentes plataformas o "grupos de ciudadanos" a favor de la independencia han transcurrido en esta ocasión sin prohibiciones y sin incidentes, sólo con algunos cambios de recorrido decididos por Interior en algunas marchas.
La "tranquilidad" con la que ha discurrido el verano vasco fue destacada la semana pasada por el lehendakari, Patxi López, quien criticó, no obstante, el intento de "los de siempre de utilizar el disfrute de todos para promocionar sus planteamientos, que muchas veces son contrarios a la convivencia".
El titular vasco de Interior, por su parte, ha atribuido el descenso de conflictividad a la "presión del Estado de derecho", una visión que contrasta con la ofrecida desde la izquierda abertzale, desde donde sitúan el cambio constatado en el regreso de esta corriente ideológica a las instituciones.