madrid. El ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, no tiene ninguna duda de que el candidato del PSOE para los comicios del 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba, "está llamado a ser el líder del partido" en sustitución de José Luis Rodríguez Zapatero, independientemente del resultado de las elecciones.

Jáuregui argumenta que "cuando se ejerce una tarea como la que él está ejerciendo hay que ser consecuente hasta el final". "Lo lógico es que el líder sea el líder", apunta. Aunque está seguro de que el PSOE tiene "banquillo" suficiente para el futuro, prefiere no especular con ningún nombre hoy por hoy porque "hay un candidato y está llamado a ser el líder del partido", sin perjuicio, no obstante, de que el 20-N "ofrecerá un marco de reflexión al partido que nadie podrá evitar".

Será precisamente en el contexto del resultado electoral en el que se producirá el análisis del PSOE, asegura, aunque sentencia: "Lo lógico es que si hemos hecho esta elección, lo es con todas las consecuencias".

Jáuregui, quien colabora estrechamente con Rubalcaba en el diseño del programa electoral del PSOE, avanza que se ofrecerá a los ciudadanos para el 20-N "un conjunto de propuestas no muy numerosas, pero sí muy líquidas y muy concretas", que permitan identificar al partido y al candidato con arreglo a un proyecto "de una España que sale de la crisis".

La sucesión de Zapatero fue gestionada "con un diez" por parte del propio presidente del Gobierno, en opinión de Jáuregui, quien loa la elección de Rubalcaba porque "los momentos más difíciles reclaman a los mejores, y él sin duda lo es".

Según dice, la base competitiva del PSOE para el 20-N va a estar en su candidato y en su programa electoral, pero también "en las debilidades del adversario", persuadido de que la mayoría de los españoles preferiría que ganara Rubalcaba, aunque exista la sensación generalizada de que va a vencer Mariano Rajoy.

Critica también las vacaciones del líder del PP, de quien dice que "no hubiera estado de más que hubiera estado un poco más presente ante algunos acontecimientos que han ocurrido y no hablando desde la playa proponiendo cosas insensatas".

Para Jáuregui, sería "un fraude" que en estas elecciones no hubiera al menos un "cara a cara" entre Rubalcaba y Rajoy, ya que "es una de esas exigencias democráticas que se reclaman no sólo en la Puerta del Sol, sino en los bares y en las sobremesas de las familias y en las cuadrilas".

Aprovecha también para hacer un elogio de Zapatero, que ha sufrido un desgaste "injusto, desproporcionado y exagerado" y a quien "la historia hará justicia".

El balance político de Zapatero en términos históricos "tiene mucha más fuerza", insiste, porque ha sido un "gran renovador de la izquierda, un gran reformista, un líder muy valiente, muy conectado con la ciudadanía".

Jáuregui está reflexionando estos días también sobre su futuro político y su deseo es encabezar la candidatura socialista por Álava. "No me voy a marchar mañana, como dicen otros", apunta, en alusión al presidente del Congreso, José Bono, quien ha expresado su "posición personal" de no repetir como diputado.