El cairo. El juicio contra el expresidente egipcio, Hosni Mubarak, se celebrará a partir de ahora a puerta cerrada y no será emitido por televisión hasta la sentencia, en contra de la voluntad de los manifestantes que forzaron su abandono del poder. Mubarak, y sus dos hijos, Alaa y Gamal, comparecerán de nuevo el próximo 5 de septiembre y su caso se vinculará con el del exministro del Interior, Habib al Adli, tal como pedía la acusación. El juez Ahmed Refat expresó al final de la sesión de ayer, la segunda de este juicio histórico, su decisión de unir los dos casos y de interrumpir la emisión en directo de las próximas vistas para "proteger el interés público". Algunos abogados que estaban en la sala del tribunal aplaudieron para expresar su satisfacción con los anuncios del juez, al tiempo que Mubarak, tumbado en una camilla, y sus dos hijos salían de la jaula-celda de los acusados. El juez aceptó la mayoría de las peticiones de los abogados de los acusados así como de las familias de las víctimas. Los letrados de expresidente habían solicitado tener más oportunidad para examinar ellos mismos las pruebas de la acusación y pedir al departamento de ambulancias egipcio listas de nombres y de cifras de heridos que fueron ingresados en los hospitales en las distintas provincias del país entre el 25 y el 31 de enero pasado.
Refat ordenó, asimismo, a la Fiscalía General que pida la presencia de algunos testigos de la acusación en la próxima sesión. Mubarak, sus dos hijos, Al Adli y seis de sus asesores están acusados de planear los ataques contra los manifestantes durante la Revolución del 25 de Enero y podrían enfrentarse a la pena capital si son declarados culpables. Sobre Mubarak y sus vástagos, que negaron todas las acusaciones que se les imputan durante la primera sesión del juicio, celebrada el 3 de agosto, también pesan cargos de enriquecimiento ilícito y de abuso de poder.
Según la Fiscalía egipcia, Mubarak está implicado en la venta de gas a Israel por un precio inferior a su valor real en el mercado a través de una compañía del empresario Husein Salem, detenido en España y que es juzgado en ausencia. Además, Mubarak, siendo presidente del país, aceptó para él y sus dos hijos cinco villas y otras propiedades por un valor de 39 millones de libras egipcias (6 millones y medio de dólares) de Salem, a cambio de cederle terrenos privilegiados en la localidad de Sharm el Sheij.
Al igual que el pasado día 3, mientras en el interior de la Academia de Policía se celebraba el juicio, en el exterior se produjeron enfrentamientos entre partidarios y detractores del exmandatario. Una fuente del Ministerio de Sanidad, citada por la agencia oficial Mena, informó de que al menos 23 personas resultaron heridas en estos choques.